La imagen de Ntra. Sra. De la Luz, con gran tradición medieval en la ciudad, es evocada por los conquenses, en el día de su festividad.
A las diez en punto, y convocados los devotos de la virgen a la procesión, por el voltear de las campanas de la iglesia parroquial de Ntra. Sra. De la Luz, santuario de la patrona de la ciudad, legitima joya del rococó religioso, edificado sobre la antigua iglesia de san Antón en el siglo XVIII, iniciaba la procesión su andadura.
El desfile a la altura del bulevar de san Antón, emprendió su conformación, encabezando la misma el guión y estandartes de la hermandad, seguido por un grupo de mujeres vestidas con los inconfundibles trajes serranos, seguidos de los hermanos mayores de este año: Montserrat Taravilla, Sagrario De León, y Antonio De Lerma, dando paso a la imagen de la Virgen, portada por 28 banceros, dirigidos por el experto capataz, Eusebio Jiménez, completando el desfile las presidencia eclesiástica a cargo del párroco Ángel García, y la civil con el alcalde Juan Ávila, acompañado de las concejales, Ana de la Hoz y Nieves Mohorte, junto al presidente de la Diputación Provincial Benjamín Prieto, el delegado de la JCCM, Rogelio Pardo y el portavoz del ayuntamiento Pedro J. García Hidalgo, cerrando el cortejo la Banda de Música de Cuenca, dirigida por Juan Carlos Aguilar, que ha interpretado numerosas marchas procesionales a lo largo del recorrido, alegrando el caminar de los fieles con sus sonidos.
La expresión de cariño, y devoción a la patrona de la ciudad, ha recorrido el acostumbrado trayecto que realizan las hermandades de la semana santa, conquense, subiendo a la parte antigua de la ciudad por el puente de la Trinidad, calle Palafox, hasta llegar a la calle del Peso, donde ha girado para descender hacia la parte nueva de la metrópoli, atravesando la puerta de Valencia, para llegar a la artería principal de Carretería, donde la Virgen ha sido recibida por un gran número de feligreses marianos, que deseaban verla pasar y seguirla hacia el final del trayecto, sin dejar de exclamar: ¡Gloria a ti, Santa Patrona.!
Alrededor del mediodía, la protectora de la ciudad llegaba a la iglesia de salida, donde ha sido recogida por el Obispo de la Diócesis José María Yanguas, para encomiar la eucaristía en su honor, con asistencia de autoridades y del pueblo conquense que colmaba la iglesia.
En definitiva, emocionante desfile de la virgen con el niño en brazo y un candil en la mano derecha, en policromía negra, que sigue emocionando a mayores y jóvenes como en épocas anteriores.