Si de verdad quisiera ahorrar sin mermar la representatividad democrática, aprovecharía la disminución del número de diputados para crear una circunscripción única y mataría dos pájaros de un tiro: ahorro (exactamente lo mismo que con su propuesta) y una ley electoral más justa y proporcional (una persona, un voto) algo que sí que reclama constantemente la ciudadanía. Pero no, el objetivo de Cospedal no es el ahorro como ya hemos demostrado con el aumento del presupuesto de alta dirección de la junta, sino el blindaje del bipartidismo y perpetuarse en el poder justo en un momento en que las encuestas confirman que PP y PSOE apenas conseguirían el 50% de los votos y que IU y UPyD se acercan al 30%. Con la reforma que pretende el PP quedarían sin representación los ciudadanos que votaran a partidos que incluso alcanzasen un 15% de los votos (previsiblemente IU, UPyD, EQUO,..), pero Cospedal cree que eso es secundario y lo principal es ahorrar un poco (aunque ya hemos visto que podría ahorrar igual sin que esto ocurra con una circunscripción única). La objeción que Cospedal presenta a la circunscripción única es que no quedarían representadas las provincias... y claro está, para ella es mejor representar al territorio (las provincias) que a los ciudadanos (dejando a los ciudadanos que no votaran ni a PP ni a PSOE sin voz, aunque cada vez son más). Con su reforma el PP podría alcanzar mayoría absoluta con poco más de un 30% de los votos (siempre que supere al PSOE). Ese es el objetivo de Cospedal, perpetuarse en el poder aún sin el apoyo mayoritario de la ciudadanía, un auténtico pucherazo.
Cospedal azuza los bajos instintos de la gente argumentando que se gasta mucho en la política (cosa que es cierto si atendemos al presupuesto de alta dirección que ella misma ha doblado) reclamando que hay que ahorrar en la representatividad democrática de los ciudadanos: pura hipocresía. Una vez más Cospedal prefiere recortar a los ciudadanos para mantener sus prebendas políticas y acallar la voz de los ciudadanos. Esto se parece cada vez más a una república bananera en la que el poder establecido utiliza los mecanismos del poder para acallar las voces discrepantes que cada vez tienen más apoyo.
Gustavo R. García
Responsable de Organización de UPyD en Castilla-La Mancha