Cultura, Hambre

Es licenciada en publicidad por la Universidad de Valladolid, realizó un Master en la Complutense de Madrid y ahora estudia periodismo en Cuenca, bueno por lo menos va a algunas clases y participa en las prácticas grupales que los profesores ponen. Supongo que la inicial de las dos “carreras”, licenciatura y grado, que estudia no sean su resumen político, pp. Además seguro que cuando finalice el grado de periodismo se embarcará en otros estudios, tiene la mente joven y ávida de conocimiento. A la vez que estudia, sobrevive, tiene tiempo de escribir un blog; “Ya no estoy gorda”, vivencias diarias que comparte con naturalidad, ironía y mucho salero.

Creo que le gustaría que la definiera como una junta letras o junta palabras. También como funambulesca de los sueños, a ambas cosas hace referencia en su relato ganador. Ella estuvo trabajando en el periódico El Día de Cuenca y, de vez en cuando, me contaba las aventuras y desventuras de esta profesión periodística tan denostada, a veces, y apasionante siempre.

Sus obligados bandazos en el terreno laboral son comunes a los de la mayoría de los jóvenes del tiempo actual, acostumbrados a reponer latas de conserva en una gran superficie por la mañana y servir hamburguesas o copas en un bar por la tarde-noche. Cuando consiguen dar clases particulares a chicos pequeños encima desarrollan lo que les gusta, impartir, compartir, conocimiento, cultura. El premio está muy bien, una colección de volúmenes, llenos de palabras que la ayudarán a pasar los ratos muertos y la servirán para hacer combinaciones infinitas. Vive de alquiler.

Este pequeño artículo, tanto casi como su microrelato, intenta poner en valor lo que hacen los estudiantes, formarse para agrandar el conjunto cultural de un, nuestro, país. Porque estoy casi seguro de que aparte de sus compañeros de facultad, no todos, y sus amigos y familiares no se han enterado, ni se enteraran que tienen una compañera que apunta maneras, literarias, interesantísimas.

Raúl de Paz