Un emotivo acto de reconocimiento al esfuerzo y el trabajo desempeñado durante años en los montes de la provincia a catorce resineros, una resinera y a la empresa conquense Valcán ha puesto el broche de oro a una jornada en la que el sector ha demostrado volver a estar vivo y dispuesto a recuperar una posición estratégica en la economía de la provincia tal y como antaño tuvo.
El I Encuentro Regional de la Resina, celebrado hoy en Almodóvar del Pinar, ha congregado a 200 personas en torno a una actividad tradicional que hoy vuelve a ser motivo de interés por las posibilidades de generación de riqueza y empleo que ofrece a las poblaciones rurales. Esta actividad, enmarcada en las acciones del Proyecto de Cooperación Interterritorial “Resina y Biomasa” (2010-2013) que financia el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha supuesto la reunión de todos los actores implicados en la revitalización de la actividad.
Una nueva asociación de resineros
Una de las acciones desarrolladas ha sido la exposición de la propuesta de creación de la primera Asociación Profesional de Resineros de Castilla-La Mancha. Según Miguel Ángel Rubio, técnico de ADIMAN, uno de los Grupos de Desarrollo Rural involucrados en el proyecto, esta asociación serviría para “potenciar el sector resinero convirtiendo a la asociación en el referente regional para trabajar y colaborar en cuestiones relativas a la resina con la administración o con otros agentes del sector”.
Gracias a ella se podría también “proteger el producto diferenciándolo del resto con un sello de calidad de origen”, sello que “implica, además de la calidad intrínseca del producto, que la tiene, unas garantías de que éste se ha obtenido mediante prácticas sostenibles desde el punto de vista ambiental y social”, aspecto este último del que no se tienen las suficientes garantías en las resinas importadas de terceros países y de las cuales se nutre en la actualidad la industria resinera española.
En el marco del Encuentro también se ha desarrollado una mesa redonda en la que todos, profesionales, industria, administraciones, grupos de desarrollo y potenciales resineros han puesto en común las estrategias a seguir para que de aquí salga un poso que refuerce lo que ya es una realidad: que la provincia de Cuenca vuelve a resinar, y que la provincia de Guadalajara, de donde han asistido una treintena de resineros, se una a la explotación de este rico recurso natural. De hecho, durante el pasado año en Cuenca ya se emplearon en la resina 60 personas (17 de las cuales provenían de la localidad anfitriona) que explotaron 226.000 pinos con un potencial resinero por pino de 2,5 kilos. Y las expectativas para la temporada resinera 2013, que va de marzo a noviembre, es que estas cifras sigan creciendo “con el empuje de los resineros que en nosotros tendrán el respaldo que necesiten en formación y con los cursos que ya estamos impartiendo y que seguiremos dando para que los jóvenes aprendan las técnicas de explotación adecuadas”, ha señalado Pedro Camacho, coordinador del Proyecto de Cooperación Interterritorial “Resina y Biomasa”.
Una materia prima con grandes utilidades
Por último, el I Encuentro Regional de la Resina también ha contado con un apartado divulgativo dirigido a la concienciación de la población en general de la multitud de utilidades que tiene la resina una vez transformada. Así, la exposición situada “Resina: Lágrimas de esperanza” ha servido de epicentro de esta actividad en la que un experto ha mostrado los secretos tanto de la actividad profesional y el manejo de los utensilios propios de la profesión como la cantidad de utilidades posteriores de la resina en su utilización industrial sobre productos de nuestro día a día: pinturas, jabones, tintas, etc.
Como balance de esta primera experiencia organizativa en la localidad conquense, su alcalde, Francisco Ibáñez, ha destacado el alto grado de participación de la población, “que ha entendido perfectamente que se trataba de establecer lazos de unión entre todos para revivir una forma de vida que nos permita seguir manteniendo a la población joven en nuestros pueblos”, la disposición de las administraciones “para trabajar de manera conjunta con el resto de actores implicados” y de la industria que “es vital para hacer patente la viabilidad económica de esta actividad en nuestros montes”. Por último, Ibáñez ha querido agradecer la dedicación de los voluntarios y voluntarias que han permitido dar todo lo necesario para que “las 200 personas que nos han visitado se sintieran como en casa”.