No solo se recortan los medios de extinción de incendios, sino que también se recorta el tiempo de trabajo del personal que se está jugando la vida con cada vez menos medios y además, como si no fuera suficiente, los derechos laborales de los que queden. Pero ¿cuál es el significado de todo esto?
El tiempo de trabajo eliminado es, sobre todo, el correspondiente a invierno y primavera, que es cuando se puede hacer algo por la prevención, es decir, por la mejor forma de apagar un fuego, que es evitarlo antes de que se produzca. Pero esta política, la de “recortar” en labores de prevención ya se ha venido realizando a lo largo del pasado año y las consecuencias nos están literalmente abrasando. Lo ocurrido no ha sido una sorpresa, los ecologistas y los propios profesionales del sector venimos avisando de lo que pasaría, con lo que el gobierno, al haber hecho oídos sordos de estas alarmas, no puede ocultar su responsabilidad.
Pero la pregunta va más allá ¿acaso es que no hay dinero para evitar todo esto? Mientras que media España ardía (tres Parques Nacionales incluidos), el señor Arias Cañete, ministro de Medioambiente, estaba en un acto para la promoción de la tauromaquia en compañía del rey, conocido amante de los animales y la naturaleza. Mientras ardía Cabañeros, los responsables autonómicos también estaban quizá en una de las múltiples corridas de toros que siembran nuestra tierra en estas fechas. ¿Acaso podría haberse hecho algo diferente con el dinero invertido en promocionar la tauromaquia como patrimonio de la Humanidad para salvar nuestro verdadero patrimonio? Desde el nivel municipal al autonómico y estatal, se están dedicando cantidades ingentes de dinero en festejos superfluos como los taurinos… ¡mucho más dinero del necesario para la campaña para la prevención y extinción de incendios!
Hoy nuestros bienes más preciados e irremplazables se queman, mientras los que luchan por protegerlos mueren, o cuando vuelven a casa, se encuentran, no con una felicitación, sino con un comunicado de Regulación de Empleo.
Por todo esto, desde eQuo Cuenca reivindicamos que hay responsables políticos directos de los incendios ocurridos y por ocurrir este verano y hacemos responsable y condenamos al gobierno por las pérdidas materiales, naturales y humanas que se están produciendo y se produzcan. Es más, si a la vista de los resultados de esta forma de actuar y pese a los avisos que se les han dado, los gobiernos central y autonómico prosiguen recortando medios y personal habiendo alternativas para evitarlo, estarán demostrando que los pirómanos más peligrosos y condenables están dentro del mismo gobierno, ya que, fomentar la acumulación de material combustible y la disminución de personal para la prevención y la extinción es más peligroso y grave incluso que encender el propio fuego.
Víctor García de Lucas
eQuo Cuenca