El fuego se había iniciado en la cubierta de una nave en desuso, próxima a un grupo de viviendas, situada a la salida de Casasimarro en dirección hacia Quintanar del Rey, al prender unas balas de paja situadas a modo de aislante en el tejado, bajo una cubierta de fibrocemento.
Las labores de extinción obligaron a desmontar en toda la nave las placas de fibrocemento mientras se procedía a la extinción del fuego. No obstante, debido a la complicación que supone la extinción de fuego en balas de paja, -se consigue extinguir la llama en el exterior pero se mantiene el incendio latente en el interior de la bala- los bomberos han optado por permitir una combustión controlada de la paja.
Este procedimiento, más seguro pero lento, unido a los constantes cambios en la dirección del viento y a la proximidad de las viviendas, han provocado que la intervención se haya prolongado durante toda la noche y no se haya dado por extinguido el fuego hasta las 12:30 horas del día de hoy.