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Hasta el Estado reconoce que vascos y navarros nos chupan la sangre

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
lunes 21 de mayo de 2012, 22:57h

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Hoy les traigo aquí algo que muchos ya sabíamos pero que pocos tienen la dignidad de denunciar, y sobre todo, de combatir. Resulta que hasta el Estado reconoce que vascos y navarros nos chupan la sangre al resto de territorios vía conciertos y cupos. Se atreve incluso a cuantificarlo.
Como ven, no es ya que los castellanos hayamos sido divididos y repartidos por varias autonomías de segunda por este Estado autonómico (felizmente fracasado e inevitablemente por ello abocado a su reformulación), sino que el Estado colabora en nuestro permanente expolio fiscal para beneficio de los peris, y así, abiertamente, lo reconocen sus propios estudios, altos funcionarios y organismos sin pestañear siquiera, sin poner remedio por la sencilla razón de que políticamente no conviene al inquilino de turno de la Moncloa (que más pronto que tarde siempre acaba necesitando apoyo de algún peri y anteponiendo sus intereses a los generales) o no se atreven.



Resulta que un informe publicado en una revista de Hacienda admite los privilegios vasco-navarros, afirmando incluso que el régimen foral de Vasconia, nos cuesta al resto de regiones 1820 millones de euros… solo en concepto de IVA. Lo que nos cuesta Navarra va aparte. Imagínense ahora lo que acabará costándonos Cataluña cuando adopte el ‘pacto’ fiscal bilateral.
El Estado, que se supone de todos los españoles, se empeña en mostrarse claramente como pro-periferia (o periferista) y anticastellano. Esas asimetrías de trato, tan del gusto peri, acabarán con el país, no lo duden. No se ustedes, pero un servidor está hasta los mismísimos de ser Restospaña.

 


Me duele reconocerlo porque siempre he sido defensor de una Hispania unida, incluso con Portugal, siempre que sea bajo los criterios de igualdad de derechos y deberes, sin asimetrías ni de ciudadanos ni de territorios, pero cuando leo artículos como el que a continuación les pongo, no puedo sino preguntarme, ¿para esto queremos España y las autonomías? España sí, pero no así. Autonomías sí, pero no así. Derogación del sistema foral vasco-navarro ya o adiós a España. Señores, antes rota que asimétrica, no quiero ser restospañol.


Les dejo el demoledor artículo de ElConfidencial.com (21/05/2012), espero no se les indigeste como a mí, no sin antes volver a subrayar la necesidad imperiosa de reunificar todas las tierras castellanas nucleares de ambas sub-mesetas, en una única CCAA, de nombre Castilla a secas, por lo que pueda pasar, por lo que está pasando ya. Una Castilla desunida como la actual nos vuelve irrelevantes, inoperantes e insignificantes en el marco político y económico español actual, pues al trocearnos nos anula como pueblo, como sujeto político con derechos, nos hunde en la nadería (lo que nos conduce además a estériles rivalidades interprovinciales, como la Cuenca-Albacete, de mirada corta y recorrido obtuso), nos hace perder sinergias políticas, económicas y de toda índole, es decir, nos empobrece, y nos convierte en ciudadanos fácilmente ninguneables y expoliables por los peris con el beneplácito del Estado como se ve (y no solo en temas hídricos o fiscales, también en infraestructuras, etc.), en ciudadanos de segunda y de vía lenta,…

Castilla, quién te ha visto y quién te ve, ayer dominadora, hemos acabado pagando a quien nos roba, ¿cabe mayor humillación? y los castellanos del PPSOE, tan contentos, oiga.


UN INFORME PUBLICADO POR UNA REVISTA DE HACIENDA DENUNCIA LOS PRIVILEGIOS

El régimen foral del País Vasco le cuesta al resto de regiones 1.800 millones en IVA

Por Carlos Sánchez. 21/05/2012
“El informe no deja lugar a dudas. Y su conclusión es que las regiones españolas del régimen común -todas salvo las que se benefician de un sistema foral- ‘subvencionan’ cada año al País Vasco en 1.820 millones de euros debido al cálculo que hace el Estado sobre la recaudación por IVA.

Cataluña, Madrid y Andalucía son, con diferencia, las comunidades autónomas más perjudicadas por el procedimiento. En todos los casos, por encima de los 300 millones de euros anuales que se transfieren de forma ilegítima respecto de lo que en realidad correspondería si se aplicará la norma según lo recaudado. Con más de cien millones de euros de aportación adicional y menos de 200 millones aparecen Castilla y León, Galicia y la Comunidad Valenciana. El resto de regiones aporta menos de 100 millones al País Vasco sin ninguna contraprestación.

Los cálculos aparecen publicados en Crónica Tributaria, una revista editada por un órgano oficial -el Instituto de Estudios Fiscales-, y los ha elaborado Javier Vicente Matilla, inspector de la Agencia Tributaria. Y parten del hecho de que si la recaudación total del IVA en todo el territorio español se situó en 2008 en 43.914 millones de euros, al País Vasco le correspondería ingresar -en función de sus índices de consumo- 2.469 millones. Sin embargo, logra 4.289 millones del Estado, lo que significa que la diferencia (esos 1.820 millones) es lo que subvencionan las regiones del régimen común a Euskadi. Todas excepto Navarra, que también dispone de un régimen foral.
Según sus cálculos, el  consumo del País Vasco representa el 5,6% del conjunto de España; mientras que el Producto Interior Bruto (PIB) es del 6,3%. Sin embargo, el índice de capacidad recaudatoria fijado en el cupo –la cantidad que paga cada año el País Vasco  para sufragar los gastos generales del Estado- es del 5’7%.

Este porcentaje es muy inferior al índice de recaudación real, que es del 7’2%, aunque después del correspondiente ‘ajuste’ se transforma en el 8’3%. Esas diferencias entre lo que ingresa el País Vasco gracias al Cupo y lo que debería ingresar, son las que explican las transferencias de rentas hacia el País Vasco procedentes del resto de regiones, cuyo nivel de riqueza es muy inferior.

Distorsiones y enriquecimiento

En palabra de Esteban Matilla, estamos ante la aplicación de unos ‘índices políticos’ que nada tiene que ver con la realidad, lo que produce enormes distorsiones en la distribución de la carga fiscal entre comunidades autónomas. En concreto, el índice de capacidad recaudatoria asignado en el cupo (artículo 14) es muy inferior a la recaudación real, lo que supone menor aportación al Estado, y el índice de consumo establecido para el País Vasco es muy superior al real, lo que supone que ‘el País Vasco tenga una mayor participación en el IVA ingresado en el Estado’.Estos dos efectos, por un lado lo que el País Vasco deja de pagar al Estado, y, por otro, lo que el Estado le paga de más, producen, en opinión del autor del informe, ‘una distorsión que determina el enriquecimiento de las administraciones forales, en perjuicio del resto de comunidades autónomas’.
Según el autor del artículo, el sistema del Cupo -regulado por el Concierto Económico- es unidireccional, ya que solamente paga el Estado. Hasta el punto de que los niveles de fraude en el IVA que reconoce la Administración central, y que, por lo tanto, aminoran las entregas, no se aplican en el caso del País Vasco. Y ese fraude es el que se deduce de los ajustes sobre el consumo. El último Concierto Económico se firmó en 2007 y tiene vigencia hasta 2011, igual que la metodología de elaboración del cupo.

Esta realidad se produce pese a que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco estableció  en una sentencia del año 2008 que se deberían evitar sistema tributarios ‘privilegiados’. El resultado, sin embargo, es que la presión fiscal efectiva en el País Vasco es menor de la que existe en el resto del territorio.  El estudio publicado por Crónica Tributaria no es, desde luego, el único ni el primero que alcanza esas conclusiones. El economista Ángel de la Fuente, del Instituto de Análisis Económico del CSIC –otro organismo oficial publicó otro estudio en el que concluía que la contribución del País Vasco a la Hacienda estatal es ‘muy inferior a lo que debería ser de acuerdo con la legislación básica actualmente en vigor’.

El origen del desajuste, sostenía De la Fuente, está en las leyes quinquenales del Cupo, donde los principios y procedimientos de valoración establecidos en la ley del Concierto se concretan de una forma ‘muy discutible’. Los problemas fundamentales que detectaban eran dos. Primero, la valoración de las cargas estatales no asumidas por el País Vasco está ‘fuertemente sesgada a la baja’. Y, segundo, el ajuste por IVA se realiza utilizando valores desfasados de los coeficientes que recogen el peso del País Vasco en el consumo nacional y en la base del impuesto.

El efecto conjunto de ambos factores ha sido el de rebajar la contribución vasca a los gastos del Estado en 2.800 millones de euros en 2002 y en casi 4.500 millones en 2007”.

Bien, ¿cómo se les ha quedado el cuerpo? Si quieren vomitar, al fondo a la derecha. ¿Entienden ahora el porqué al sur del Ebro, y al norte de los Pirineos, se vive bastante peor que en esa isla-paraíso fiscal vasco-navarra? También hoy, el catedrático Roberto Centeno, en otro artículo del mismo diario recuerda otro cálculo del expolio que supone el cupo vasco y la aportación navarra que tanto ansía Cataluña copiar, 9.000 millones de euros es la cifra si se tienen en cuenta todos los conceptos, no solo el IVA. O acabamos con esos inadmisibles privilegios constitucionales, o éstos acaban con nosotros. Elijan.

 

Javier Martínez

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