El cineclub Chaplin presenta una película ciertamente singular porque en la programación habitual de la veterana institución no son frecuentes películas de animación, como El ilusionista, dirigida por Sylvain Chomet a partir de una idea inspirada por Jacques Tati, al que se rinde un cálido homenaje con esta cinta.
Probablemente todos los buenos aficionados recuerdan el peculiar estilo de Jacques Tati, una especie de mimo animado que utilizaba el cine para difundir un mensaje optimista sobre la vida, a partir del personaje de monsieur Hulot y que alcanzó la cumbre de su arte con Mi tío (1958).
Tati dejó preparado un guión que nunca llegó a realizar; descubierto por el animador Chomet a partir de ese texto elabora una película brillante, imaginativa, llena de sensibilidad y humor, que impresionó al público del festival de Berlín.
La película se proyectará este miércoles, día 18 de abril, a las cinco, siete y media de la tarde y diez de la noche, en versión original sin subtítulos, aunque no los necesita pues prácticamente no hay diálogos y las imágenes se entienden perfectamente sin palabras.