El nuevo secretario regional del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha resumido esta mañana, a preguntas de los medios de comunicación, la reunión mantenida ayer por la tarde en Moncloa por María Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy; “Resulta casi de broma que todo se pueda resumir en que Rajoy va a venir a cortar una cinta para inaugurar un tramo de una autovía que lleva años haciéndose, que está casi finalizada y que a algunos nos ha costado Dios y ayuda sacar adelante porque, en su día, se planteó mal por parte del ministro Álvarez Cascos en el Gobierno de Aznar”, decía.
Se refería García-Page al hecho de que Cospedal anunciara ayer como noticia que Rajoy inaugurará el tramo que une Torrijos con Toledo dentro de la autovía A-40, una obra de poco más de 20 kilómetros cuya finalización se anunció hace ya meses y que luego fue “reanunciada” la semana pasada, en Toledo, por el delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, en la rueda de prensa en la que daba cuenta de las inversiones que contemplan para Castilla-La Mancha los Presupuestos Generales del Estado para el presente año 2012.
A su juicio, el encuentro fue “absolutamente decepcionante” porque careció de novedades y de compromisos para Castilla-La Mancha. “Eché de menos compromisos como el del AVE a Talavera de la Reina o compromisos con otras infraestructuras importantes para la región”. Es más, sobre uno de los supuestos anuncios de Cospedal, el del Parador de turismo de Molina de Aragón, no hay plazos. No van a ver ustedes que esa obra empiece con urgencia”.
Preguntando también por otras declaraciones de Cospedal en Moncloa, en las que decía que ya se había reunido tres veces con él, García-Page puntualizaba que “no nos hemos reunido desde que soy secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha” y recordaba el ofrecimiento, formal y por carta, que ha hecho para mantener esa cita.
Es más, insistía en una de sus grandes ofertas de pacto, el que ha hecho para pactar las medidas que hagan que Castilla-La Manca vuelva a una senda de crecimiento económico y creación de empleo: “Estoy dispuesto a pactar incluso algunos ajustes, porque me da la sensación de que el Gobierno regional no termina de hacerse con la situación financiera de la comunidad autónoma y tengo muy claro que estamos peor que hace un año. No quiero que el cargo de Cospedal en Madrid acabe siendo una carga para Castilla-La Mancha”, finalizaba el líder socialista.
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