Creo que es importante la obra que se va a hacer por valiente e innovadora. Varios alcaldes han pasado por los arcos del Ayuntamiento y ninguno, salvo el actual, han sido valientes para dar un paso tan transcendental en la transformación urbana de Cuenca. Este cambio servirá para que los vecinos de Cuenca y los visitantes podamos disfrutar de pasear, de comprar y de tomarnos algo en esa calle tan querida y entrañable.
Y ahora que se da el gran paso surgen las voces que se oponen. De verdad que no entiendo a algunos conquenses, y mira que me duele. Ahora tras años pidiendo que se haga peatonal Carretería se oponen a ello, son el espíritu de la contradicción, los que quieren que nada cambie y les asustan esos cambios, son conservadores por naturaleza, son esos que hace años pidieron el AVE y ahora dicen que no sirve para nada. No entiendo a esa gente, pero gracias a San Julián ya van quedando pocos, son los que podemos denominar como los Concavenator corcovatus que no son capaces de evolucionar y por consiguiente tienden a su propia extinción tratando de arrastrar a una bella ciudad con ellos.
Estoy seguro que Carretería va a quedar bien y que con la peatonalización va a resurgir y que en un par de años todos estaremos acostumbrados a la nueva situación de la calle. Será entonces lo agoreros del destino se diluirán entre los demás y renegarán que ellos se opusieron a ello.
Como es lógico la unanimidad nunca la encontraremos en ninguna decisión que un dirigente tome, pero cuando nos opongamos a ello hay que hacerlo con argumentos igual de solventes que los contrarios. No me valen los argumentos espurios e improvisados que están utilizando los “populares” conquenses de que es una medida que se ha tomado apresuradamente pues como ya he dicho son años los que se llevan trabajando en ello; es más, hasta ellos cuando gobernaban en el Ayuntamiento se hartaron de hacer pruebas y de calificarlas como un éxito. Tampoco me vale decir que es una chapuza un proyecto realizado con maderas que hasta ellos pensaban utilizar en el Barrio de San Antón. El tráfico en la ciudad no se ha visto gravemente resentido por la peatonalización, no se han visto grandes atascos por ello, lo único es que otras calles aledañas ahora tienen más tráfico, pero fluido. Y luego están los argumentos peregrinos esgrimidos por los opositores al proyecto: el botellón, los posibles atropellos por ciclistas, la limpieza o el mantenimiento… estos casos no merecen la pena ni comentarlo. Y para oponerse el PP conquense se permiten el lujo de tratar de convocar movilizaciones ciudadanas ¡con lo que está cayendo en sanidad, dependencia y educación por su gestión! Eso si, se han esperado a que pasen las vacaciones de Semana Santa para ponerse a trabajar en ello.
Está claro que a todos nos hubiera gustado que el proyecto fuese de otro modo: pasos subterráneos, cambios de acerado, mobiliario urbano de lujo, pero es que el problema es que no hay un euro. Ya le hubiese gustado al actual equipo de gobierno haber contado con los 15 millones de euros del Plan E que el anterior equipo de gobierno “popular” se dedicó a enterrar en aceras, carriles bici y otras chapas y ocurrencias variopintas que no han servido para nada.
Seguro estoy que dentro de unos años miraremos atrás y no nos acordaremos de cómo era carretería con coches, y entre tanto el Concavenator Corcovatus (alias Pepito) seguirá haciendo de las suyas por la ciudad.
Ramón Pérez Tornero
Twitter: @Ramon_Perez_T