Tras un Lunes Santo marcado por la lluvia, con la suspensión de la procesión de la Vera Cruz, el Martes Santo discurrió con normalidad y fluidez por las calles de Cuenca y con el permiso del tiempo. La amenaza de lluvia mantenía en vilo a las hermandades que iniciaron su recorrido procesional.
La puerta de la Iglesia Parroquial de El Salvador se abría a las ocho de la tarde para que saliese la Vble. Hdad. de San Juan Bautista, tras el la Vble. Hdad del Stmo. Cristo de la Luz (hermandad que también saldrá el Viernes Santo con las imágenes de La Lanzada y el Cristo de la Luz) con la imagen de Sta. María Magdalena.
Subiendo por la Calle Solera hasta la Calle del Peso comenzó a llover tímidamente sobre la capital, pese a ello y tras dejar minutos más tarde, se incorporó la Vble. Hdad. de María Stma. de la Esperanza.
Después de la salida de la Esperanza a la plaza de San Andrés, la Capilla de Música de la Catedral, le interpretó de forma magistral el Stabat Mater de Kodaly.
Las tres hermandades ascendieron por la Calle Andrés de Cabrera en encuentro con la R.I.E Jesús de Medinaceli, tras su incorporación por orden cronológico, el desfile procesional subía hasta la Plaza Mayor.
La Vble Hermandad del Bautismo de Ntro. Sr. Jesucristo, realizó su salida procesional en torno a las 22 horas desde la Iglesia de San Pedro para, tras descender por la calle de San Pedro, incorporarse oficialmente a la procesión ocupando su puesto detrás de la Vble. Hermandad de San Juan Bautista.
Desde la Plaza Mayor y con numerosa concurrencia de cofrades, descendió a la parte baja de la ciudad por las calles de Alfonso VIII y de San Juan, llegando a la Pza. de la Constitución alrededor de las doce y media de la noche y, tras su paso por Carretería y Las Torres, hacían entrada en sus templos de procedencia las diversas Hermandades.
Destacar que como en años anteriores, se pudo escuchar el canto del Miserere interpretado por el coro del Conservatorio en la iglesia de San Felipe.