“La supresión de los Centros de Profesores (CEP) y de los Centros de Recursos y Asesoramiento a la Escuela Rural (CRAER) de Castilla-La Mancha supone el abandono de un modelo de formación del profesorado que ha recibido reconocimientos internacionales por su alto grado de eficacia e inserción en la tarea educativa de cada territorio”. Así lo ha señalado la diputada regional por el PSOE de Cuenca, M. Carmen Rodrigo, quien ha lamentado la decisión de Cospedal de “atacar nuevamente al sector de la enseñanza pública”.
En el caso de la provincia de Cuenca, son 5 los CEP que existían, ubicados en Cuenca, Tarancón, Belmonte, Motilla y San Clemente, así como un CRER en Landete.
Considera Rodrigo que el cierre de estos centros trae consigo “la pérdida del apoyo directo y continuado que los centros escolares de cada comarca recibían en formación específica según el entorno, en la puesta en marcha y asesoramiento de proyectos educativos para mejorar la calidad de la tarea educativa o en el préstamo de recursos didácticos, tecnológicos y bibliográficos, entre otros”. Sin olvidar, ha añadido, otras funciones que desarrollaban como el asesoramiento a las asociaciones de madres y padres del territorio, y la labor investigadora, la mejora pedagógica continuada y la renovación de la escuela.
Frente a este modelo, explica la diputada socialista, se ha optado por “un sistema centralizado y unitario, materializado con la creación del Centro Regional de Formación del Profesorado de Castilla-La Mancha, que no atenderá las necesidades concretas de cada territorio; porque, desde luego, 30 profesionales en un centro unitario no pueden hacer lo que hacían 250 trabajando en cada una de las comarcas de nuestra extensa región rural”.
Critica también Rodrigo que la normativa no especifica cómo se nombrará a los componentes de este Centro Regional, además de que “con el nuevo modelo se da entrada a la impartición de cursos por parte de empresas privadas”. Por cierto, añade, “con la modificación no se han tenido en cuenta los derechos de las personas afectadas, que han visto modificada de un día para otro su situación personal y profesional”.
Se ha referido aquí, por un lado, a los asesores que trabajaban en los CEP y que ahora han cambiado de trabajo y ocupado plaza docente en el centro educativo que se les asigne; a los profesores que hasta ahora sustituían a aquellos profesionales, pues perderán su puesto de trabajo; y a los alumnos, que van a cambiar de profesor a mitad de curso, con los problemas de adaptación que ello supone.
Para terminar, Rodrigo ha lamentado “las graves consecuencias que esta decisión de Cospedal está teniendo ya en la calidad de la enseñanza pública, además de que las formas han sido tan burdas que incluso se han eliminado ya muchas de las páginas web que estos centros tenían para que no se pueda comprobar el extenso trabajo que se estaba llevando a cabo”.
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