Durante todo el fin de semana se ha disputado en Oviedo la primera ronda de la Copa Davis 2012. España se ha enfrentado a Kazajistán consiguiendo una aplastante derrota por 5-0 y mostrando un nivel muy superior que puede llevar al equipo español a conseguir algo grande en este torneo otro año más. Este año es año olímpico, motivo que ha llevado a las primeras raquetas de nuestro país a renunciar a este torneo para no cargarse de partidos. Vemos un equipo casi irreconocible liderado por un Nicolás Almagro que fue apartado el año pasado y que vuelve para demostrar su valía.
Me gustaría centrarme en otro aspecto; no en lo que sucede dentro de la pista, sino en lo que pasa alrededor de ésta… ¡¡¡Las gradas están desoladas!!! Esto resultaría imposible de concebir viendo el ambiente que se disfrutó en la última final que jugó España en Sevilla, con unas gradas a rebosar llenas de personas a las que entonces les encantaba el tenis y conocían y entendían de él.
El estado de los graderíos reaviva los pensamientos de los que creen que en España, al público en general no le gusta el tenis, sino que simplemente le gusta Rafael Nadal. En una semana en la que las voces y opiniones respecto al deporte español en general y a Nadal en particular se han unido en contra de los franceses, ensalzando los valores y la importancia del mismo en nuestras vidas, deberíamos de dar ejemplo y demostrar ese valor que le damos. Es una pena que un deporte que ha dado tantas alegrías y triunfos a los españoles quede relegado a un segundo nivel simplemente porque los protagonistas no son los más elitistas.
Por mi parte, espero que esto nos haga reflexionar sobre la situación del tenis en nuestro país y que el escaso público que se ha citado en las gradas ovetenses se deba a que es la primera ronda del torneo, a que hace frío o a motivos similares de menor importancia y que en rondas posteriores (porque vamos a pasar de ronda) se vuelvan a colgar los carteles de “no hay billetes”; sería una enorme desilusión para los amantes de este deporte que volviese a quedar en un segundo plano tras el final de la carrera de un único tenista.
Por
Diego Aragón, @diegoaragon10
Vicente García, @vicente3garcia