Los recuerdos son engramas. ¿Y eso qué es?
Son como cicatrices en la cabeza.
Manuel Rivas, El lápiz del carpintero
Llegaron las elecciones, se nota en el ambiente –y en farolas, muros, cabinas e, incluso, en el rostro del vecino de al lado-, y hay que celebrarlo. Son muchas las alternativas que para ello nos ofrece el día a día, pero todas pasan por apagar televisores y radios durante estas dos semanas. Ya les resumimos aquí de qué va la cosa, para que puedan aprovechar su tiempo con un buen libro –esa es nuestra propuesta- y disfruten de su lectura: el actual gobierno es el responsable de una crisis internacional que está barriendo el continente de cabo a rabo. La alternativa es otro señor al que todas las encuestas ya proclaman presidente y que por tanto, en un afán sin precedentes de trasparencia, cercanía y respeto a la ciudadanía, no dará ruedas de prensa durante la campaña electoral. El laboratorio donde están experimentando desde el pasado mes de mayo sus preciadas, custodiadas y –se supone- efectivas recetas es esta región castellano-manchega, que ha visto cómo el paro ha subido un 12% en el mes de octubre y casi un millar de docentes han desaparecido de sus aulas. Ese es, en esencia, el tema de lo que van a ver en televisión. Supongo que, como yo, ya tendrán decidido el voto. Por tanto, volvamos a los libros.
Despistados por las campañas publicitarias de las grandes editoriales para sus nuevas apuestas de magos, vampiros o bidones de gasolina, con frecuencia olvidamos la existencia de aquellos libros de los que tanto hemos oído hablar, que todos los damos por sabidos y leídos, aunque no hayamos abierto ni la primera de sus páginas. Sin embargo, detenerse en ellos y su lectura será un gratificante descubrimiento. Un clásico juvenil recomendable para todos los públicos, que no debería dejar de leerse, es la novela de aventuras de Robert Louis Stevenson, La isla del tesoro. John Silver, el capitán Flint, Jim Hawkins, Billy Bones o Perro Negro, forman parte de nuestra cultura, y protagonizan de una u otra forma, películas, dibujos animados, videojuegos, canciones, pinturas, obras de arte y cientos de referencias literarias en otras obras bastante más actuales. Pero donde realmente disfrutaremos de ellos será con la lectura –y, en el mejor de los casos, relectura- de la obra de Stevenson: al día siguiente de la muerte de su padre, Jim Hawkins descubre casualmente un extraño mapa en el baúl de un viejo pirata que ha muerto en su posada. Ese mapa será el responsable de una emocionante expedición a una isla desconocida, en busca del mítico tesoro del capitán Flint. Pero la aventura será también un viaje de iniciación para Jim, que pasará de ser un huérfano desvalido a un adulto que se enfrenta a la adversidad y los deseos de triunfo.... Una reflexión crítica sobre el dinero y la ambición que igual nos conviene tener en cuenta en los tiempos que corren.
Otra interesante propuesta para estos días, si el lector ya dedica su tiempo a alguna otra lectura, es una magnífica exposición organizada por la Real Academia Conquense de Artes y Letras con motivo de las bodas de plata de su refundación: “36 años de cultura en libertad. Cuenca, 1975-2011”, una recopilación de la obra cultural –en todas sus facetas- producida en nuestra ciudad y provincia desde la llegada de la democracia hasta nuestros días. Se puede visitar en el Centro Cultural Aguirre y en las salas de la Fundación Caja Castilla-La Mancha hasta el próximo 15 de diciembre. En el desarrollo de este movimiento cultural han participado muchos hombres y mujeres a los que tanto tenemos que agradecer. Permitidme recordar con muchísimo cariño al profesor Ángel Luis Mota, protagonista indiscutible en estas empresas culturales durante tanto tiempo. Y felicitar, a la vez, a dos protagonistas actuales de este movimiento cultural que, desde hace unos días, son nuevos miembros del Patronato de la Fundación de Cultura “Ciudad de Cuenca”: Pilar Tomás –Directora Gerente de la Semana de Música Religiosa- y Ángel Suárez -Presidente de la Asociación de Amigos del Teatro-.
La próxima vez que nos encontremos será con nuevo presidente de la nación. El que entre todos elijamos en las próximas elecciones del día 20. Han llegado las elecciones y, por tanto, hay que celebrarlo. Conseguir la democracia en este país nos costó cicatrices en la cabeza –al hilo de la cita del doctor Da Barca en El lápiz del carpintero, otra interesante obra que dejaremos para siguientes entregas- y, podríamos añadir, en el corazón. Aunque conozcamos las encuestas y los argumentos de la campaña electoral, debemos acudir a la fiesta voto en mano. Para que vivamos muchos años más de cultura en libertad.
César Sánchez
Si (
No(
