Para Marta Martínez, presidenta del Colegio de Cuenca, considera que este convenio marco, que está abierto a otras entidades bancarias para que los farmacéuticos se puedan acoger a la oferta que más les interese, «se ha retrasado en el tiempo y llega tarde», básicamente porque es un convenio «complicado» en cuya redacción han participado muchas partes.
Este retraso ha provocado que muchos de los farmacéuticos de la provincia hayan contratado pólizas privadas al no poder hacer frente a la «grave» situación económica que padecen, motivadas por de los impagos de la Junta, y que en la actualidad acumulan seis meses.
De esta manera el texto definitivo se someterá a nueva votación en los próximos días, ya que el primer texto que se aprobado por la mayoría de la Asamblea ha ido modificando a lo largo de su redacción.
Por otro lado, el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, quiso manifestar el día de la firma que con la firma ahora llevada a cabo se lleva a término un largo proceso, planteado desde el pasado mes de julio, nada más iniciar sus responsabilidades el nuevo Gobierno de María Dolores de Cospedal, y que fue entonces cuando se comprobó la falta de capacidad económica de la región para afrontar la factura farmacéutica.
Ante esa situación y desde el primer momento, se ha venido desarrollando un intenso trabajo, a través del diálogo y el acuerdo, con incontables reuniones durante tres meses con los colegios y diferentes entidades financieras para superar las enormes dificultades económicas durante el periodo comprendido desde la llegada del nuevo Gobierno hasta la entrada en vigor de los próximos presupuestos regionales.
Asimismo, la Consejería de Sanidad ha realizado un esfuerzo económico extraordinario, abordando pagos fraccionados para paliar la catastrófica situación heredada.
Gracias a la profesionalidad y generosidad de los farmacéuticos de Castilla-La Mancha y a la permanente coordinación de éstos con la Administración autonómica, no se han producido en ningún momento situaciones de desabastecimiento en las oficinas de farmacia ni se han causado molestias a los ciudadanos, a pesar de la complejidad de un problema de esta magnitud.
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