Esta cantidad, indicaba la responsable socialista fue la que recaudó el Gobierno de Castilla-La Mancha durante el último ejercicio que estuvo en vigor el impuesto de patrimonio antes de ser suprimido.
Como ejemplo, la responsable socialista señalaba que con esos 42 millones de euros anuales de nuevos ingresos “se pueden evitar los recortes que el Plan de la señora De Cospedal contempla para las residencias de mayores, las residencias de los discapacitados u otros servicios sociales”.
La decisión de no hacer uso del impuesto es, por tanto, a juicio de Padilla, “una decisión que responde estrictamente a intereses partidistas y personales; personales, como sólo afecta a los más ricos, ella misma tendría que pagarlo; y partidistas porque es una propuesta del PSOE”, aseguró.
“Prefiere no tocar el bolsillo de los que tienen mucho pero, sin embargo, ataca al corazón de los servicios públicos de Educación, Sanidad y servicios sociales de Castilla-La Mancha”, indicó la responsable socialista.
Hay que recordar que ese Plan de Recortes contempla un tijeretazo de 1.800 millones de euros en los Presupuestos de Castilla-La Mancha, a costa de recortar en políticas sociales, renunciando a aumentar los ingresos haciendo uso de nuevos tributos que mejoren la recaudación fiscal de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
“Hay que hablar de impuestos, por supuesto que sí. Y los socialistas de Castilla-La Mancha decimos que podemos hacerlo sin perjudicar a las familias, ni a las pequeñas y las medianas empresas de Castilla-La Mancha”, señalaba Padilla, que recordaba que el Gobierno del Presidente Barreda planteó en su día un Plan de Equilibrio en el que se creaba una tasa a las compañías eléctricas que tiene instalaciones de energía eólica, se subía el impuesto a las grandes empresas que producen energía nuclear en Castilla-La Mancha y se ideaba una nueva tasa a los depósitos de los bancos y las cajas de ahorro.