En el Tratado de Adhesión de Rumanía y Bulgaria a la Unión Europea se establecía un máximo de 7 años para que los Estados miembro pudieran limitar la entrada de ciudadanos de estos países en sus mercados laborales. España estableció un periodo de dos años y en enero de 2009 levantó la moratoria permitiendo que los trabajadores, por cuenta propia y por cuenta ajena, pudieran desempeñar labores sin necesidad de una autorización previa. Sin embargo, se estableció una cláusula que permitía el derecho de volver a implantar las restricciones si el mercado laboral se encontraba en dificultades.
La reactivación del periodo transitorio ha levantado la alarma entre los empresarios agrarios que temen que la tramitación de permisos de trabajo ralentice el comienzo de la vendimia, pues es imposible prever la fecha exacta de inicio de la recolección y que, dadas las circunstancias de los productos agrarios, se decide en cuestión de días o, incluso, de horas.
A pesar de que la normativa no afecta a aquellos rumanos inscritos como desempleados en las Oficinas de Empleo ni tampoco a los que están dados de alta por alguna empresa, muchos ciudadanos de Rumanía, en su condición de libre circulación de ciudadanos europeos, llegan a los pueblos de la región a partir de estas fechas en busca de trabajo en la vendimia.
Así pues, la Organización Agraria pide que se tenga especial consideración con los agricultores que están atravesando uno de los peores momentos económicos de su historia y por ello insiste en la necesidad de que las Subdelegaciones Provinciales de Agricultura, encargas de la tramitación de los permisos de trabajo, se comprometan a agilizar la burocracia y contribuyan para que el desarrollo de la campaña de vendimia se efectúe con total normalidad.