El Colegio de Médicos de Cuenca, estando dentro de una de sus funciones, advierte a la población de que entre el 60 y el 90% de los fármacos que se venden en la red son falsificaciones. Es decir, son fármacos que, la mayoría de los casos no tienen el principio activo que dicen tener o, lo que es peor, contienen sustancias tóxicas.
Dentro de los fármacos, unos no necesitan receta médica, otros son caros y necesitan receta médica y visado de la inspección y otros sólo se encuentran en hospitales. Sin embargo disponer de un ordenador y una conexión a Internet puede permitir acceder a cualquier “medicamento” en la red.
Cualquiera de nosotros hemos recibido mensajes con publicidad ofreciéndonos medicamentos en la red. En nuestro país, sobre todo, relacionados con la disfunción eréctil, la calvicie, la depresión, medicamentos adelgazantes y algunos tratamientos cardiovasculares.
En efecto, esto es así por que la red nos ofrece facilidad, comodidad, acceso a medicamentos no autorizados en España, obtención de medicamentos sin receta médica y economía.
Pero también, y esto no lo dicen, escapan a cualquier control sanitario, lo cuál hace que sea un excelente negocio para los distribuidores (beneficios de más de 75.000 millones de euros anuales, con un crecimiento de negocio, desde 2008, de mas del 300%) y un auténtico riesgo para la población al consumir fármacos ineficaces y en algunos casos tóxicos. En el Parlamento Europeo se ha definido esta práctica como un “asesino silencioso”, una forma de crimen farmacéutico en el que las redes criminales pueden fácilmente rebasar las fronteras nacionales.
La utilización de medicamentos falsificados mata cada año a 100.000 personas (sobre todo en países en desarrollo) y por ejemplo, el 60% de los antimaláricos que se venden en África son falsos.
El vacío legal que existía hasta ahora mismo ha hecho que en el Parlamento Europeo se establezcan unas nuevas normas de seguridad, sanciones a quién falsifique y medidas que impidan la llegada de estos falsos fármacos al mercado europeo. Dichas normas deberán ser ratificadas y aprobadas en cada Estado miembro, entre ellos España.
De todos modos, nuestra recomendación es que vayamos a nuestros médicos, a nuestras farmacias y no juguemos con nuestra salud, recordad que entre el 60 – 90% de los fármacos de Internet son falsos o auténticos venenos.