La 62ª Semana de Música Religiosa de Cuenca homenajeó a Gustavo Torner con un concierto que incluyó la Misa de Stravinsky y el estreno de "Vía Crucis" de Manuel Millán. La ORCAM, bajo la dirección de Jordi Francés, ofreció una interpretación emotiva y contemporánea, destacando la conexión espiritual del evento.
La 62ª edición de la Semana de Música Religiosa de Cuenca vivió anoche su homenaje a Gustavo Torner en el Teatro-Auditorio. El concierto reafirmó el compromiso del festival con la creación contemporánea, el talento local y también con el repertorio espiritual del siglo XX.
El recital comenzó con la Misa de Igor Stravinsky (1948), para coro mixto y doble quinteto de viento, que dio paso al esperado estreno absoluto de Vía Crucis, obra encargo del compositor conquense Manuel Millán de las Heras. La expectación era grande y el resultado llenó de satisfacción a un público entusiasmado
La Misa de Stravinsky, obra breve, en apariencia austera pero de profunda densidad espiritual, abrió la noche con sobriedad y sentido litúrgico. La ORCAM, dirigida por Jordi Francés, logró plasmar ese equilibrio entre distanciamiento formal y fervor interior tan característico de Stravinsky. Destacar la emoción del Credo, que resonó con pureza en el auditorio. Stravinsky era de religión ortodoxa pero en su fructífera década de los años 40 quiso escribir esta misa, por iniciativa propia, sin responder a ningún encargo. Fue un acto de profunda honestidad espiritual que conecta en este sentido con la razón de ser de la Semana de Música Religiosa. La anterior vez que sonó esta interesante obra en el festival fue precisamente en su primera edición, la de 1962.
La segunda parte del concierto fue sin duda gran plato emocional de la noche: el estreno de Vía Crucis, de Manuel Millán de las Heras quien se autodefine con “hijo” de la SMR a la que acude desde joven. Manuel Millán es el primer compositor conquense que estrena obra encargo y su nombre se inscribe en una lista de los mejores compositores en música contemporánea. Como manifestó al inicio del concierto. “con esta obra devuelvo a la Semana todo lo que me ha dado musicalmente, que es mucho”.
Millán, confesó que se sentía como “un jugador de la cantera que sube al primer equipo para jugar un partido muy importante, el partido más importante, estrenar en la SMR”.
La obra de Millán se estructura como un vía crucis, en 14 estaciones. Su estreno en Viernes Santo fue simplemente perfecto.
La partitura avanza con la voz del narrador, papel que sostuvo Gustavo Villalba, muy preciso y con voz firme y de gran solemnidad. Aportó ritmo al relato anunciando las estaciones con dimensión casi litúrgica mientras el coro combinaba textos evangélicos y poemas medievales, canónicos y apócrifos.
El Vía Crucis tiene una gran intensidad dramática. El dolor y la compasión se intercalan con momentos de gran serenidad. Es una obra por momentos con reminiscencias cinematográficas y atmósferas conmovedoras. Su lenguaje es contemporáneo pero de líneas claras y coros hermosísimos, con guiños a la época dorada de la polifonía renacentista y también a Ligeti, como el último y liberador final que culmina una obra llena de momentos emocionantes. La ORCAM y el gran trabajo de Jordi Francés potenciaron la partitura e hicieron una lectura vigorosa, respetando también su carácter contemplativo y también con gran intensidad emocional.
El público disfrutó, vivió un concierto memorable y un acto de comunión artística que honra la memoria de Gustavo Torner. Una noche para recordar y celebrar.
Hoy Sábado Santo, “Israel en Egipto” en el Teatro-Auditorio y tres citas más en Arcas, Alarcón y Belmonte
Hoy, Sábado Santo a las 20:00 horas, el oratorio “Israel en Egipto” de G. F. Händel con el extraordinario conjunto británico Armonico Consort. Será el último de los conciertos de esta edición en la sala sinfónica del Auditorio. Una joya del oratorio barroco, una obra poderosa y coral.
En Arcas a las 12:00 horas, un hermosísimo concierto de la agrupación Tasto Solo dirigida por Guillermo Pérez. Ofrecerán el programa “La Flor en Paradis”.
A las 19:00 horas, en Alarcón, la majestuosa Iglesia de Santa María acogerá una cita imperdible con la música antigua. El prestigioso ensemble Accademia del Piacere presenta su programa “Ecco l’Alba luminosa”, un viaje sonoro a través de la música espiritual mariana en la Roma del Seicento.
Y, a las 19:30, en la maravillosa Colegiata de Belmonte, el conjunto Musicantes ofrecerá el programa "Stella Splendes", un viaje evocador por la música del medievo en Europa.