La delegada provincial, Marian López, se comprometió a impulsar la declaración de Bien de Interés Cultural para las minas de lapis specularis en varias localidades. Destacó su valor arqueológico y potencial turístico tras visitar la mina La Condenada, que conserva su estructura desde el siglo I d.C.
La delegada provincial de la Junta, Marian López, se ha comprometido a impulsar el expediente iniciado por los grupos de desarrollo rural ADI Záncara y CEDER Alcarria para conseguir la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para las minas de lapis specularis de Pozolacueva, en Torralba, Cuevas de Sanabrio de Saceda del Río, en Huete; La Mora Encantada, en Torrejoncillo del Rey; La Condenada, en Osa de la Vega; y los complejos de Alconchel de la Estrella y Belmonte-Villaescusa de Haro.
Así lo ha afirmado la delegada provincial de la Junta, Marian López, tras una visita a la mina La Condenada de Osa de la Vega junto a las asociaciones de mujeres de Casas de Fernando Alonso y Casas de Haro, organizada por ADI Záncara dentro de su programa “Descubriendo la comarca: Saberes y Sabores”. Una actividad en la que también participaron la presidenta del grupo de desarrollo rural, Delfina Carrasco; la alcaldesa de Osa de la Vega, Vicenta García; y el guía y gestor de la mina, Miguel Ángel Rada.
López ha afirmado que la declaración de Bien de Interés Cultural “supondría un espaldarazo a la promoción de este impresionante patrimonio arqueológico que son las minas de lapis specularis de la provincia para un mayor aprovechamiento turístico por parte de nuestros pueblos”.
Es por ello que se ha comprometido a hacer las gestiones necesarias para impulsar este expediente, presentado conjuntamente por ADI Záncara y CEDER Alcarria en junio de 2023.
Visita a La Condenada
La delegada provincial de la Junta se mostró “impresionada” con la visita a la mina La Condenada, que cuenta además con un centro de interpretación en el municipio.
“Es una mina romana que, como muy bien nos cuenta Miguel Ángel, se conserva prácticamente inalterada desde su explotación en el siglo I d.C. y donde uno se puede imaginar perfectamente cómo se llevaba a cabo la extracción de ese mineral que, desde Cuenca, jugó un papel muy destacado en el desarrollo del Imperio Romano; pero también otros usos posteriores, como el de necrópolis visigoda o escondite para los perseguidos por la Inquisición, algunos de los cuales dejaron sus rúbricas en la piedra”, ha afirmado López, que ha animado a conquenses y visitantes a conocer este recurso turístico.
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