El posgrado, dirigido a juristas y especialistas en Relaciones Laborales de varios países latinoamericanos, abordará la Declaración de la OIT sobre derechos laborales en un contexto de creciente desigualdad. Se analizarán los efectos de la crisis civilizatoria en el Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, destacando su relevancia global.
El posgrado está dirigido a juristas, economistas, profesionales de la psicología y de la sociología y otros especialistas en Relaciones Laborales con actividad en universidades, administraciones públicas, judicatura, organizaciones sindicales y empresas, entre otros. Promovido desde el Área de Derecho del Trabajo en colaboración con la Fundación General de la UCLM, contará con 31 participantes procedentes de Argentina, Brasil, Perú, Chile, Uruguay, Colombia y México. En el desarrollo del curso participan también las universidades de Bolonia, Ferrara, Venecia, Verona y la Complutense de Madrid junto a la OIT.
Según indican desde el Área de Derecho del Trabajo, “lo que de manera clara asemeja la edición 2024 con sus precedentes son sus características de fondo y, por ello, este año, atendiendo a las sugerencias venidas de distintos países, el curso tratará sobre la Declaración de la OIT relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el trabajo en un momento en el que en numerosas partes del mundo se está dando una agresión contra los derechos de las personas trabajadoras”.
En las ediciones de los últimos años “se ha prestado especial atención a los efectos de la crisis civilizatoria sobre las relaciones laborales y, más en general, sobre el Estado Social y Democrático de Derecho encarnado en los países europeos después de la segunda postguerra mundial, que tenía como elementos basilares al Derecho del Trabajo y al Sistema de la Seguridad Social”, explican. En este sentido, “hay poca discusión de que ya antes de la crisis financiera de 2008 se ha producido una reestructuración del Estado Social y Democrático de Derecho merced a la preponderancia alcanzada por el capital financiero”. Desde la organización llaman la atención sobre uno de los efectos “más llamativos”, que es “el considerable aumento de la desigualdad en la distribución mundial de la riqueza, también evidente en el interior de los Estados, aún en aquellos considerados del primer mundo”.
La gran pregunta entonces es “cuánta desigualdad puede aguantar un Estado para poder ser considerado democrático, o lo que es lo mismo, hasta qué punto es compatible el constitucionalismo democrático alumbrado en el siglo XX con el fuerte aumento de las desigualdades sociales y económicas, lo que implica preguntarse por la suerte del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y, por ende, la vida de las personas trabajadoras”, añaden.
La temática de esta edición, por tanto, mantiene una continuidad con el espíritu del curso, “que no es otro que la consideración de que, si bien el Derecho del Trabajo (utilizado en su sentido más amplio) fue el más eurocéntrico de los Derechos, no deja de ser cierto que en Latinoamérica ha echado raíces y, por ello, las transformaciones que sufra tienen un potencial efecto global en el que el papel de la OIT puede ser determinante”, señalan.