El Teatro Auditorio de Cuenca acogió el pregón inaugural de la Feria y Fiestas de San Julián, a cargo de Javier Cansado. Con humor, destacó su conexión con la ciudad y sus etapas de vida. Al finalizar, recibió una placa conmemorativa del alcalde y el concejal de Festejos.
Las risas se han instalado en un Teatro Auditorio más que lleno esta tarde en el inicio de la Feria y Fiestas de San Julián, donde se ha tenido que trasladar el acto tras la fuerte tormenta caída durante la tarde y que ha dejado impracticable el Parque de San Julián. Un divertidísimo pregón en el que Javier Cansado ha dejado claro que “adoro la ciudad, me encanta la gente, tengo casa aquí…”, aun añadiendo con su particular humor que “eso es un mérito que tenemos prácticamente todos los que estamos aquí”.
Ser pregonero de San Julián 2024, un título para el protagonista del día que le ha hecho pensar “qué méritos he contraído yo en mi vida para semejante honor”, reconociendo eso sí que “hablo continuamente de Cuenca en mis trabajos, en la radio, en los podcasts, en la tele… Hablo bien, se entiende, porque si no sería impensable estar aquí”. Más risas, claro.
Javier Cansado ha contado en su pregón la gran vinculación, desconocida para muchos, que tiene con Cuenca, “una relación vamos a decir ‘picassiana’ con etapas rosa, negra, azul y cubista”. La primera, su infancia, en que “todos los veranos los pasaba en la ciudad y esto era la ‘Arcadia Feliz’, para mí Cuenca era todo”, añadiendo que “cuando creías que ya no podías ser más feliz, llegaban las fiestas de San Julián”.
Tras una etapa negra en la que “cada vez vengo menos” y “me voy alejando de la ciudad” llega la etapa azul: “Hace unos años vinimos a actuar al Auditorio (con Faemino) … y después de 20 años sin aparecer por aquí me encuentro una ciudad impresionante, fantástica”, afirmando que “me volví a enamorar de Cuenca”.
Una relación “picassiana” que, ha afirmado Cansado, continúa con la etapa cubista que “he empezado hoy”, aderezada con una anécdota “que es más cubista todavía” y en la que ha hecho un guiño a su querida Palomera.
Una vez finalizado el pregón, el alcalde Darío Dolz y el concejal de Festejos, Alberto Castellano, han entregado a Javier Cansado una placa conmemorativa realizada por el ceramista conquense Luis del Castillo.
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