El curso de verano "Derecho de familia de la edad que viene" de la UCLM aborda temas actuales como nuevos modelos familiares, violencia familiar, transexualidad y discapacidad. Expertos de toda España comparten conocimientos para innovar en Derecho de familia. Incluye debates sobre Ley Trans y aplicación de la Ley 8/2021. Ofrece formación a estudiantes, profesionales y académicos en Derecho y Trabajo Social.
El curso de verano “Derecho de familia de la edad que viene” plantea un ejercicio de análisis y debate desde una óptica peculiar, con los intereses y complejidades de la sociedad actual como protagonistas. Este programa de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), que se desarrolla en el campus de Cuenca durante el 4 y 5 de julio, se divide en cinco bloques: los nuevos modelos de familia, la violencia familiar, la ruptura familiar, la transexualidad y la discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica. Una propuesta completa que, en palabras del vicerrector César Sánchez Meléndez, “permite contar con expertos de todos los puntos de España y, por tanto, compartir, investigar e innovar en Derecho de familia”.
La jornada ha arrancado con los nuevos modelos de familia en un bloque en el que se ha debatido sobre las parejas de hecho en el ámbito notarial, los vientres de alquiler, las familias numerosas y aquellas con necesidades especiales o la convivencia con los hijos nacidos de la expareja. De esta forma, se ha analizado el impacto social y jurídico del Derecho de familia, con especial atención al proyecto de Ley de Familias, destacado por la conciliación y el reconocimiento de diversos modelos de familia. Por ello, el decano del Centro de Estudios de Consumo (CESCO) de la UCLM, Ángel Carrasco Perera, ha destacado que este “es un curso en la frontera: por el conjunto de personas, por el sesgo que llevan y por la combinación de lo técnico y lo polimorfo”.
El programa aborda con ponencias y coloquios la ruptura familiar desde sus vicisitudes jurídicas, económicas y sociales. Los costes del divorcio, los impagos de la pensión compensatoria, los puntos de encuentro entre progenitores e hijos, la custodia compartida o la adjudicación de la vivienda son solo algunos de los debates a tratar en un curso de verano apoyado por el Colegio Notarial de Castilla-La Mancha. Su decano, Luis Fernández-Bravo, ha comentado que “estos cursos son un auténtico premio porque permite ciertas licencias”.
La violencia de género será la encargada de cerrar la primera jornada. Entre sus consecuencias jurídicas y sociales, el programa se centra en el estado de bienestar biopsicosocial en los hijos de mujeres maltratadas o la situación de la familia materna ante el agresor excarcelado. Además, se hablará de otras formas de violencia en el seno de la familia, como la que ocurre entre hijos y progenitores.
Ya en el segundo día, la controvertida Ley Trans será objeto de debate. Con este curso de verano se pretende aportar rigor científico y jurídico, así como explicar los procedimientos de cambio de sexo y comentar mecanismos que detecten y neutralicen posibles fraudes. También se debatirá sobre las personas trans en pruebas físicas y la prudencia en la niñez. Culminará este curso de verano la Ley 8/2021 y sus lagunas. Se analizará la aplicación del sistema de apoyos a las personas con discapacidad en el ejercicio de su discapacidad, con especial atención a la figura del guardador de hecho.
Atendiendo al programa, el curso completa la formación del alumnado en Derecho y Trabajo Social. “Alegra ver que estudiantes participan en este curso”, ha comentado el decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Ricardo Martínez Cañas. También asisten profesionales y académicos en Derecho de familia y los que pertenecen a servicios sociales.
Este curso de verano, organizado por CESCO en colaboración con el Ilustre Colegio Notarial de Castilla-La Mancha, ha ofertado 20 becas para asistir de manera gratuita. La directora de “Derecho de familia de la edad que viene”, Carmen González Carrasco, aboga por seguir apostando por “cuestiones candentes”. También están implicados el Patronato Cardenal Gil de Albornoz y las Cortes regionales.