El Hospital Universitario de Guadalajara ha implementado medidas para reducir la ansiedad y el estrés de los niños que se someten a cirugías. Estas medidas incluyen la creación de un cuento que explica el proceso quirúrgico de manera divertida, así como acciones para hacer más ameno el recorrido hasta el quirófano. El objetivo es mejorar la experiencia de los niños y sus familias y promover la humanización de la atención sanitaria.
El Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha introducido mejoras encaminadas a reducir la ansiedad y el estrés de los niños y niñas que pasan por un proceso quirúrgico.
Para ello se han puesto en marcha distintas medidas dirigidas a estos pequeños pacientes dentro del proyecto de humanización pediátrica denominado ‘Peditour’, con el que se quiere mejorar la experiencia de los pequeños, que se sienten especialmente vulnerables ante la enfermedad, y sus familias.
Estas acciones, ha indicado la gerente del Área Integrada de Guadalajara, Elena Martín, pretenden reducir la ansiedad y el miedo de los pacientes y se enmarcan “en la apuesta clara del Gobierno de Castilla-La Mancha por la humanización de la asistencia sanitaria y por mejorar la experiencia y la percepción de los usuarios sobre la atención que reciben”.
En el caso de los pacientes pediátricos, las medidas consisten en mejorar el conocimiento del proceso que se va a llevar a cabo con una información adaptada a su edad y con acciones que contribuyen a hacer más agradable y humanizada su experiencia.
Para ello se ha editado un cuento titulado ‘Un paseo por el espacio’, que sirve como hilo conductor de esta información, y en el que simpáticos personajes espaciales cuentan de forma divertida cómo es el proceso perioperatorio, la preparación para una cirugía segura y el momento en el que son dormidos para la intervención.
Han participado en su contenido y edición el servicio de Anestesiología del Hospital y Psicología Clínica, bajo la supervisión del servicio de Pediatría, y ha contado con la colaboración del área de Humanización y la aportación económica de la Gerencia de Guadalajara.
La anestesista Lourdes Muñoz Corsini es la autora de la historia y dos jóvenes diseñadores, Mauro Serrano Casado y Rebeca García Cifuentes, han elaborado las ilustraciones, que han sido testadas en niños de distintas edades para valorar las sensaciones que transmitían, siendo en su mayoría de tranquilidad y diversión. El cuento incluye dos juegos y una mascarilla que pueden personalizar, así como una pegatina con el protagonista de la historia.
La idea del proyecto, indica Lourdes Muñoz, surgió por la necesidad de rebajar la ansiedad y el miedo que provocan los actos quirúrgicos tanto en los niños y niñas como en sus familias. Esta ansiedad, precisa, puede provocar nauseas en los pacientes, vómitos, aumento del dolor, trastornos de comportamiento y delirios, así como peor recuperación y mayor estancia hospitalaria.
Nuevas instalaciones, nuevas posibilidades
El objetivo es hacer más amable y empático el trato a los pacientes pediátricos. El traslado del bloque quirúrgico al edificio de ampliación, destaca la doctora Muñoz, ha sido la oportunidad de contar con una nueva área que permite disponer de un espacio más cálido y luminoso y sobre todo más íntimo.
El proyecto se complementa con otras medidas que se suceden a lo largo de todo el proceso perioperatorio, desde la consulta de Anestesia, donde se aporta información oral y escrita a padres y a peques con un tríptico específico pediátrico y con el cuento, respectivamente, y se explica al niño cómo es el proceso por el que se le va a dormir para la cirugía, haciéndole entrega de una mascarilla que se lleva a casa para familiarizarse.
De esta manera los pequeños van interiorizando aquello que sucederá el día de la intervención y llegado el momento experimentan aquello que han leído, sabe qué preguntas se le van a hacer y el procedimiento que se lleva a cabo para ir a quirófano, lo que aumenta su sensación de seguridad y confianza.
Por otra parte, se han introducido medidas relacionadas con el acompañamiento y otras encaminadas a reducir el dolor percibido (premedicación o aplicación de anestesia tópica previa a la punción, entre otras) y a amenizar el recorrido hasta el quirófano, pudiendo incluso desplazarse en un coche de juguete.
Una vez recibe el alta hospitalaria se facilita un set especial de analgesia pediátrica y se contacta con la familia a las 24 horas. Finalmente se realiza una encuesta a las familias con la que valorar su satisfacción y explorar aquellos aspectos en los que seguir mejorando.