Un guardia civil de Cuenca ha sido declarado culpable de allanamiento de morada y hurto en la vivienda del subdelegado del Gobierno. El acusado admitió los hechos y pidió disculpas, alegando desesperación por problemas económicos. El jurado lo declaró culpable y no se opone a un indulto o suspensión de la pena. La fiscalía pide un año de prisión y 12 años de inhabilitación. La defensa recurrirá la pena argumentando que solo se trata de un delito leve de hurto.
Un jurado popular ha declarado culpable a un guardia civil de Cuenca acusado de los delitos continuados de allanamiento de morada y hurto, cometidos en los años 2020 y 2021 en la vivienda del entonces subdelegado del Gobierno en la provincia de Cuenca.
En el juicio, que se ha celebrado este martes en la Audiencia Provincial y que ha quedado visto para sentencia, el acusado ha reconocido los hechos y ha asegurado que entró en momentos puntuales en la vivienda y siempre con la intención de conseguir dinero porque “pensaba que en la casa del subdelegado habría más dinero”.
También ha pedido disculpas a los perjudicados, al tribunal y “a la Guardia Civil, donde he trabajado 30 años y no me gustaría que se hable mal de ella”.
El guardia civil formaba parte del cuerpo de guardia de la Subdelegación del Gobierno en Cuenca desde el año 2001, y entre agosto de 2020 y marzo de 2021 entró en cuatro ocasiones, usando las llaves de la vivienda del subdelegado que tenían para emergencias, y se llevó un total de 50 euros.
Tras algo más de dos horas de deliberación, el jurado formado por cuatro mujeres y cinco hombres, ha declarado al acusado, por unanimidad, culpable del delito de hurto; y por siete votos a dos culpable del delito de allanamiento de morada.
Asimismo, no se opone a la concesión de un indulto o la suspensión de la pena, si reúne los requisitos.
La fiscalía ha mantenido la petición de un año de prisión y 12 años de inhabilitación por estos delitos, pero ha retirado la responsabilidad civil de 2.000 euros que había solicitado.
El abogado de la defensa ha admitido que los hechos cometidos fueron un “gravísimo error”, que su representado cometió por “desesperación”, ya que su mujer había montado un negocio en 2019, que quebró en la pandemia, y por el que el banco le reclamaba una deuda de más de 12.000 euros.
La defensa ha anunciado que recurrirá la pena y sostiene que el acusado sólo ha cometido un delito leve de hurto, cuyo importe, 45 euros, ya ha devuelto, y que no existió el delito de allanamiento.
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