Es importante recordar, que no existe proyecto desarrollado y que muchos son los riesgos que no se han tenido en cuenta: sismicidad, contaminación del acuífero, riesgos derivados del transporte de residuos, etc. Aunque el ATC está diseñado para 60 años, todo indica que los residuos radiactivos (que tiene actividad durante decenas de miles de años) quedarán en la zona para siempre.
Para Andrés "A la plataforma, no le sirven las declaraciones de aquellos que dicen que somos una comarca con mucho paro y mucho consenso. Por desgracia, somos una comarca con mucho miedo, con muchos valores apoyados en la familia y en la confianza, que algunas personas tienden a utilizar en su propio beneficio. Pero poco a poco ésta realidad está cambiando. La única forma de repoblar y revitalizar nuestra comarca, es apoyarnos en nuestros valores que son muchos (agricultura, naturaleza, cultura, turismo rural...) y saber sacarles el mejor partido. Nuestro principal problema, no es el desempleo, es la fijación de población, que no vamos a resolver apostando por éste tipo de instalaciones que a lo sumo, fijarán población a unos 100km de Villar de Cañas".
"Si el emplazamiento del ATC en Villar de Cañas, llega a ser definitivo, en ese mismo momento, todas las tierras de cultivo, las casas, de Villar de Cañas y alrededores, se devaluarán. Sí, por supuesto, habrá una serie de beneficiados económicamente: Los propietarios de las tierras donde se va a ubicar el ATC y los Ayuntamientos de las zonas nucleares, que recibirán dinero todos los años. Los vecinos sólo sufriremos las consecuencias de la despoblación, en unos municipios sin impuestos, sin gente, sin vida y con un riesgo para salud más que importante". Concluye la portavoz