Hagan memoria. En el Carmen, y en el resto de los colegios con un programa British, se hizo una apuesta no por el privilegio sino por la equidad. Tenemos ese queso, es cierto, pero nos lo concedieron a cambio de otros productos de los que nos estaban privando. Los colegios con British son colegios desfavorecidos que carecen de los recursos que son naturales en los demás colegios públicos: son colegios de accesibilidad limitada, con complejos deportivos exiguos, con patios de recreo instalados en la plaza pública, ubicados en edificios centenarios necesitados de reforma, con aseos deficientes y humedades, unos colegios que, hasta la llegada del British, perdían alumnos cada año y que, por falta de solvencia, literalmente se estaban viniendo abajo.
No nos imaginen como los señoritos que piden un queso especial, somos ciudadanos implicados en la educación de nuestros hijos, como usted, que estamos reclamando la equidad que nos pertenece por derecho, nuestro queso con 14 años de maduración. Hemos sacrificado unos beneficios educativos por otros. Hoy, a pesar de todas esas deficiencias, que se mantienen, preferimos el programa British Council sin adulterar ¿Por qué? Porque funciona, ¡Funciona! Una palabra muy descriptiva y útil para medir la eficacia en educación y que deberían tener muy en cuenta los políticos a la hora de decidirse por adulterar, cercenar o hacer desaparecer los quesos.
Plataforma Ampas British Castilla La Mancha