Los trabajos para la recuperación de la muralla y el convento se iniciaron en noviembre de 2009 y se han desarrollado durante un periodo de 14 meses. El total de presupuesto destinado a esta intervención ha superado los 651.000 euros, financiados en un 75% por el Ministerio y el 25% restante por el Gobierno regional.
Estos trabajos dieron continuidad a las labores realizadas anteriormente por los dos talleres de empleo puestos en marcha por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha. A través de estos dos talleres, además de trabajar por la conservación del patrimonio, el Ejecutivo autonómico también hizo una apuesta por la formación y la inserción laboral en la región.
En la visita que ha tenido lugar esta mañana también ha participado Conrado Marín, director del Centro de Recursos de Asesoramiento a la Escuela Rural de Landete, desde donde también se van a dar a conocer los trabajos realizados en la ciudad de Moya, cuyo origen se remonta al año 1210.
Actuaciones realizadas
La restauración de la muralla de esta ciudad medieval ha incluido la construcción de parte de la misma, en la línea de cierre del claustro posterior del Convento de las Monjas Concepcionistas. También se ha reconstruido el contrafuerte de la muralla en la esquina noroeste del claustro y se han instalado tres puertas de entrada al conjunto, con el fin de mejorar la seguridad en el recinto interior.
En cuanto al Convento, las actuaciones se han centrado en consolidar los muros del conjunto edificatorio, la bóveda que cubre la antigua bodega y las bóvedas que cubren los antiguos aljibes en el patio, realizando una cubierta ecológica sobre ellos como protección.
El acondicionamiento del patio del claustro principal ha permitido la recuperación del basamento y parte de las columnas que formaban los pórticos. También se ha creado un itinerario peatonal que enlaza la iglesia, anteriormente restaurada, con los dos claustros del convento.
Villa de gran importancia medieval
Declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico Artístico en 1982, Moya es una población de los siglos XIII al XVIII, doblemente amurallada y testimonio de extraordinario valor histórico, constructivo y urbanístico.
Su antiguo trazado urbano, junto con los restos del alcázar, murallas, iglesias y conventos con que cuenta, ponen de relieve la importancia que tuvo esta ciudad, cabeza del marquesado de Moya.
Asimismo, las cinco puertas en la muralla de este conjunto, más la del castillo, son un reflejo de la actividad económica que llegó a alcanzar, con una historia intensa desde la Edad Media hasta el siglo XIX. Su ubicación como un enclave estratégico entre Castilla, Aragón y Valencia, la llevó a ser conocida como ‘la llave de los reinos’.