El butano subió el 3,13% en enero de este año y casi el 17% en todo 2011, por el encarecimiento de los gases licuados de petróleo y en medio de las quejas de las compañías distribuidoras, que denuncian que los precios no cubren los costes del reparto. Este próximo 1 de enero, el precio no subirá. La bombona convencional (12,5 kilos) seguirá costando un máximo de 15,09 euros.
Esta decisión coincide con otra semejante que Industria tomará con el recibo de la luz. El anterior Gobierno y el PP pactaron, durante las conversaciones para el traspaso de poderes, que la tarifa eléctrica quedara congelada en enero. Será factible porque el incremento de los costes regulados (la mitad del recibo, aproximadamente) resulta compensada por un abaratamiento en el precio de la energía consumida. No obstante, las empresas eléctricas sostienen que para contener el déficit del sistema tarifario (desfase entre costes e ingresos, que ya asciende a más de 20.000 millones) la luz debería subir más del 10% en enero. Y una reciente resolución del Tribunal Supremo ha cuestionado la congelación de la tarifa que Sebastián decidió en octubre. Aún así, el ministro Soria ha declarado hasta ahora que no prevé una subida del precio este enero. A principios de 2011, el recibo eléctrico se encareció el 9,8%.
El gas natural subió el 3,9% en enero de este año. Ahora la tarifa puede quedar congelada si la nueva Administración ratifica la propuesta que dejó tramitada la anterior. La Comisión Nacional de la Energía (CNE) debe informar en los próximos días sobre un planteamiento que implica mantener los precios para los consumidores domésticos y aplazar la actualización de los costes regulador para compensar un déficit superior a 290 millones de euros.