Y todo indica que los recortes del gasto social, que ya se vienen produciendo en sanidad, educación y servicios sociales; se intensificarán sobremanera y al amparo del nuevo principio constitucional, lo que hará ‘más llevadera’ la tarea de adelgazar los servicios y el empleo públicos a los gobiernos autonómicos y locales. Una “constitucionalización”para blindar el techo de gasto público y para institucionalizar una política económica restrictiva del gasto público que comporta que cualquier propuesta alternativa se quede fuera de nuestra Carta Magna y que ya ha sido calificada como golpe de mano y medida antidemocrática que rompe con el pacto constitucional que se inauguró en 1978 tras cuarenta años de dictadura.
Lo público se ha convertido en un “chivo expiatorio”. En Sociología, el chivo expiatorio es la persona de un grupo con el que se liberan las frustraciones y tensiones de los demás individuos. La expresión proviene de un ritual del antiguo pueblo de Israelpara el cual se elegían dos chivos. Mediante el azar se elegía uno como ofrenda a Yaveh, que era sacrificado por el sacerdote durante el rito; el otro era cargado con todas las culpas del pueblo judío, y entregado al demonio Azazel. Este último, conocido como “chivo expiatorio”, era abandonado en mitad del desierto, acompañado de insultos y pedradas.
En estos tiempos de crisis vemos como los que ha sido los responsables directos e indirectos de esta situación son los que buscan chivos expiatorios para intentar salir indemnes e incluso más beneficiados, y nada más fácil que centrar su atención en el sector público y los servicios básicos sociales. Para justificar su labor privatizadora y de ajuste la filosofía de la ortodoxia económica neoliberal utiliza toda una serie de “verdades indiscutibles” y genera inferencias como que lo eficaz es útil, lo útil es bueno y lo bueno es lo justo. Lo contrario, lo público, es inútil, ineficaz, por tanto, no es justo ni bueno. Estos son las consignas con las que nos taladran continuamente controlando sus mensajes a través de los medios de comunicación de masas. Lo público ha sido desprestigiado como una estrategia para proceder a defender lo privado.
Por todo ello la lucha que nos queda consiste en lograr que no se pierdan servicios públicos, se mantenga la calidad en la prestación de los mismos, que no se reduzcan las partidas de los presupuestos destinadas tanto a la prestación de servicios con la cobertura de las necesidades básicas de l@s ciudadan@s, como al mantenimiento del empleo y las condiciones sociales y laborales de los empleados públicos. El mantenimiento del empleo público en las entidades locales, mancomunidades y empresas públicas son la garantía de la presentación de servicios en educación, sanidad, dependencia, seguridad, deporte, cultura etc.… que garantiza parte de la predistribución de la riqueza y la garantía de que la inmensa mayoría pueda acceder a los beneficios del estado del bienestar. Un estado de bienestar ya debilitado, que sigue amenazado gravemente por la aplicación directa de las políticas neoliberales que sólo benefician a los de siempre.
Garantizar las condiciones laborales y las conquistas sociales, defender el mantenimiento del conjunto de derechos que con años de lucha hemos conseguido plasmar en los Convenios Colectivos y los Acuerdos Marcos de funcionarios, es parte de la resistencia que nos queda por acometer; pues el estancamiento que se ha producido en la Negociación Colectiva en estos años de crisis, junto con la modificaciones legislativas para intentar atacar los derechos ya consolidados en los textos de los acuerdo suscritos, deben de suponer un rearme y concienciación de que la pelea por ellos no ha concluido, y que hay que seguir avanzando en temas pendientes de negociación, los planes de igualdad, la recuperación del poder adquisitivo perdido, mejoras el materia de prevención y riesgos laborales, freno a la agresión de los distintos tipos de acoso que se producen etc.….
En definitiva, en este contexto no nos podemos conformar sólo en que nos quedemos como estamos hasta que pase el chaparrón, intentando mantener las plantillas y el empleo, pelea en la que estamos volcando nuestro empeño; pero allí donde podamos, además de resistir estos envites, nuestra Federación y el Sindicato en su conjunto -vertebrando y organizando la lucha de los trabajadores-debe de plantearse seguir avanzando y conquistando nuevos espacios de derechos y bienestar para el conjunto de empleados públicos de nuestra provincia.
Secretaría de Defensa de lo Público de la FSC CCOO-Cuenca