Será la segunda vez en la historia de La Resurrección que desempeñe esta responsabilidad, la anterior fue en 2009. En anteriores ocasiones esta cofradía, la más antigua de las ocho que existen en la Junta de Hermandades de Tarancón, ha eludido esta función porque no llegaba a cuarenta hermanos.
Se viene designando una Hermandad Mayor en la Semana Santa de Tarancón desde 1956. Aunque inicialmente rotaban las hermandades que participaban en la procesión del Jueves Santo, desde 1994 el turno se estableció por orden de antigüedad, comenzando por la más joven, la Cofradía de la Exaltación de la Cruz, y concluyendo por la más antigua, la Hermandad de la Resurrección, que ingresó en la Junta Mayor en 1988. Algunos años las hermandades más pequeñas, como también es el caso de la Hermandad de “Los Armaos”, han saltado turno aludiendo a la falta de cofrades para poder ocupar el cargo.
Desde la junta directiva de la Hermandad de la Resurrección, renovada en marzo de 2015, hacen un llamamiento a la colaboración de todos los hermanos ante este importante reto. El presidente de la cofradía, Javier López Cortés, anima a participar “en las distintas funciones que de manera excepcional debemos realizar este año como Hermandad Mayor, sabemos que muchos pertenecéis a otras cofradías también, pero entended que este año necesitamos de vuestra implicación más si cabe que otras veces”. También recuerda que “es una labor de todos” contribuir a que la historia de nuestra Semana Santa, declarada de Interés Turístico en Castilla-La Mancha, se mantenga y mejore en la medida de lo posible.
Responsabilidades de la Hermandad Mayor
Las responsabilidades de la Hermandad Mayor, como recuerda Félix Montoya, miembro de la junta directiva y autor del La Semana Santa de Tarancón: Historia, cultura y fe, son:
Nombrar al Delegado de Procesione, que es quien preside y coordina las procesiones, teniendo como subordinados a las Hermanos Mayores de cada una de las hermandades.
Abrir las procesiones con la Cruz Parroquial y los ciriales, a saber: Domingo de Ramos, Martes Santo, Miércoles Santo, Jueves Santo, Viernes Santo mañana y tarde, y Domingo de Resurrección.
Transportar al Cristo del Convento, y los correajes que se usan para llevar la imagen, desde el Convento de los Padres Franciscanos hasta el templo del que salga el Vía Crucis de Martes Santo.