Por su parte el consejero de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, ha asegurado hoy que las medidas que el Gobierno central va a poner en marcha en materia educativa son “razonables y necesarias” y están destinadas a “salvar el sistema educativo y garantizar su sostenibilidad”.
“Se trata de salvar la educación, garantizando la calidad de la enseñanza. Hemos acordado unas medidas razonables que no obligan a nadie, porque están hechas bajo la recomendación de su aplicación a todas las comunidades autónomas, pero sin imposiciones”, ha explicado Marín.
En este sentido, el consejero ha destacado que las decisiones que se han tomado han sido “desde el acuerdo y desde el consenso, no desde la imposición. Los que impusieron fueron otros que crearon una legislación al respecto que nos impedía movernos”.
Según Marín, se han adoptado medidas de “máximos, flexibles y reversibles, que no van a mermar en absoluto la calidad educativa, porque aumentar las ratios no quiere decir que vaya a empeorar la calidad de la educación”. No obstante, se ha mostrado convencido de la temporalidad de las mismas, de modo que, ha enfatizado, “se volverá a la situación actual cuando la coyuntura económica lo permita”.
El consejero ha agradecido la disposición del Ministerio a “ayudarnos a salvar la educación, especialmente en Castilla-La Mancha”, gracias a la aportación de lo que ha definido como un “paraguas flexible para poder cumplir con las exigencias de déficit, para poder cumplir con España y con Europa”.
No obstante, el consejero de Educación ha señalado que Castilla-La Mancha ya tiene “terreno ganado” en la aplicación de algunas de estas medidas, aunque ha recalcado que “la situación no es la misma en una gran ciudad que en pequeñas localidades”.
“No vamos a aceptar son lecciones de nadie, y menos de quienes han dejado esta región en materia educativa en situación de práctica ruina. No van a venir a darnos lecciones quienes nos han dejado un déficit descomunal”, ha concluido el consejero.