Desde la Plataforma en Defensa del Ferrocarril Público y Social de Cuenca han hecho público una resolución en la que demandan información a la Junta de Comunidades de las repercusiones económicas que van a tener que afrontar los viajeros que utilizaban el ferrocarril normal como principal medio de desplazamiento.
Así recuerdan que “Como se anunció reiteradamente desde la Plataforma en Defensa del Ferrocarril, los recortes en los servicios ferroviarios en la provincia de Cuenca se han cumplido. Lamentable. Hemos sido las personas de Cuenca, ¡cómo no!, las primeras que en Castilla-La Mancha hemos perdido parte de nuestro tren. Era una pérdida anunciada, porque durante los últimos años, las/os responsables de las distintas administraciones han favorecido las autopistas sin coches, los aeropuertos sin aviones y los trenes de alta velocidad sin viajeros. El resultado de estas políticas es suficientemente conocido: una fortísima deuda, que debemos pagar todos y, en nuestra provincia, el deterioro de un corredor central de transporte”.
Continúa la resolución de la Plataforma evidenciando que “excepto en España, en ningún país europeo se define desde los despachos de los ministerios un vacío demográfico de 266 kilómetros entre Aranjuez-Utiel. Pues bien, el informe de INECO –ese que “no tiene nada que ver con la realidad”, según la responsable de Fomento,- no contempla alternativas para los viajes en los pueblos de Castilla-La Mancha. Asimismo, cuando, ante el recorte de 38 circulaciones en nuestra provincia, la consejera de Fomento se pronuncia que “se garantiza la movilidad de los ciudadanos”, sin comprobar si pueden acceder a sus destinos y volver; queda claro, que está definiendo a las personas de Cuenca como “viajeros cautivos”. Por supuesto, en caso de necesitar recibir asistencia sanitaria, desplazarse para estudiar o realizar cualquier otra actividad necesaria, las gentes de nuestra tierra deberán viajar, al precio que sea”.
Recuerdan que “en 2007, último año de servicio normal de la línea, conforme con los datos de Renfe, se realizaron más de 340.000 viajes en el ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia. Son éstas personas las que, también, van a pagar la incompetencia de los despachos de Toledo y Madrid y la desafección a la tierra y a sus personas de los políticos cuneros y de los políticos nativos indolentes. Un coste que repercutirá en los bolsillos de las gentes y territorios más desfavorecidos y que, según el reparto modal que apuntaba INECO, significará que las personas de nuestras provincias tengan que asumir, aproximadamente, 1.687.000 euros por satisfacer sus necesidades de viajes”.
Por último, y aprovechado la “celebración” de la fiesta regional este 31 de mayo en Cuenca, desde la Plataforma en Defensa del Ferrocarril Público y Social de Cuenca insisten en que “son éstas personas anónimas, las que se esfuerzan por vivir en su tierra, las que el día de Castilla-La Mancha necesitan su reconocimiento, señora presidenta Cospedal”.