En el área de discapacidad, la aportación de la Fundación servirá para impulsar, entre otras iniciativas, el programa psicosocial para enfermos de esclerosis múltiple y familiares de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Cuenca (ADEMCU); así como el programa de actividades de la Asociación de Parapléjicos y Minusválidos (ASPAYM Cuenca) y de otras asociaciones como Pro Salud Mental ‘Vivir’ o APROMIPS.
En el ámbito de la prevención y tratamiento de enfermedades, la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer y otras demencias de Cuenca (AFYEDALCU) realizará el programa de atención integral a familias y enfermos, que contempla apoyo y seguimiento, respiro familiar, fisioterapia y otros servicios.
Por su parte, atendiendo el área de exclusión social, Cáritas Diocesana lleva a cabo en Cuenca el proyecto “Puede ser” que proporciona alimento temporal a personas y familias con una situación económica precaria y no dispongan de una vivienda digna.
Las ayudas también se han destinado al ámbito de las drogodependencias. Es el caso del proyecto Escuelas para la Vida de Huete, un programa de rehabilitación que atiende a drogodependientes, a personas con trastorno dual, VIH o sida y ex reclusos con actividades en las que también se implica a las familias.
El programa de Ayudas Sociales de la Fundación Caja Castilla La Mancha lleva celebrándose más de 10 años y está destinado a las asociaciones regionales que desarrollan su actividad en las áreas de discapacidad, drogodependencia, prevención y tratamiento de enfermedades o exclusión social.
Este año se beneficiarán en toda la región un total de 320 asociaciones castellano-manchegas que recibirán 890.500 euros para realizar sus proyectos el próximo año, un esfuerzo que pone de manifiesto el interés prioritario de la Fundación Caja Castilla La Mancha por seguir colaborando con estas entidades y ayudar a los colectivos que representan.
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