Todo lo que ocurre en los países islámicos tiene un evidente atractivo para los espectadores occidentales. En esos lugares, el papel de la mujer se encuentra claramente subordinado al del hombre y, prácticamente, sin posibilidad de discusión, salvo que el colectivo femenino encuentre un recurso donde más duele: las restricciones sexuales. A eso llegan las mujeres de un indeterminado lugar situado en el norte de África, cansadas de cumplir con la histórica obligación de ir a por agua a la fuente, mientras sus maridos se dedican a descansar.
El remedio ya lo imaginan: o colaboran o hay sexo. Esa es la esencia de La fuente de las mujeres, una atractiva película, dirigida por el rumano Radu Mihaileanu e interpretada por un grupo de actrices norteafricanas, que llega al Cine Club Chaplin, donde se proyectará este miércoles, día 25 de abril, a las cinco, siete y media de la tarde y diez de la noche, en versión original subtitulada.