La portavoz socialista en materia de Alimentación del Senado, Inmaculada Cruz, ha intervenido en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Cámara Alta y ha explicado que la situación y evolución del sector agrario esta siempre relacionada con la situación de la economía general. En este sentido, ha puntualizado que en muchas Comunidades Autónomas, como Castilla-La Mancha, “el futuro pasa por el sector agrario y agroindustrial, que tiene un papel fundamental en el desarrollo de nuestro territorio desde el punto de vista económico, social y medioambiental”.
En este punto, la senadora del PSOE por Cuenca indicó que en Castilla-La Mancha hay 2.500 empresas agroalimentarias y que el sector agrario residual representa el 12% del total nacional. Además, apuntó que la superficie total que se dedica a tierras de cultivo en esta región es la mitad de la superficie total de la misma y que supone un 12% de los puestos de trabajo existentes y el 3,5% del PIB regional.
Durante su intervención, Inmaculada Cruz reclamó al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, la oportunidad y necesidad de abordar una reflexión consensuada sobre la situación actual en el contexto de recesión económica definiendo unos objetivos claros y trazando unas líneas definidas de actuación para facilitar la adaptación del sector agroalimentario al presente y a un escenario de futuro próximo contando con las organizaciones representativas y las Comunidades Autónomas. “Es verdad que este sector está aguantando la crisis, pero lo importante es que no resulte “tocado o hundido” por la duración y efectos de la misma”, ha apuntado.
Cruz también pidió al Gobierno que expusiera los mecanismos que tiene previsto poner en marcha para corregir el desfase entre los precios que recibe el productor en origen y los precios finales de mercado, así como la dotación económica de estos mecanismos teniendo en cuenta el modelo dual de producción y distribución.
En el ámbito de la seguridad alimentaria, se interesó por saber cómo tiene previsto el Ministerio garantizar que los productos de terceros países tengan los mecanismos de seguridad por los que pasa un producto comunitario. Por último, la parlamentaria socialista mostró su interés por conocer las medidas que piensa adoptar el Gobierno para asegurar que, a nivel europeo, existan protocolos claros dirigidos a afrontar crisis alimentarias como las del pepino, de amargo recuerdo para los productores españoles. “En este caso, y a pesar de las medidas compensatorias, el daño en la venta de nuestros productos ya estaba hecho”, ha concluido.