En el número 7, de 2014, de la revista Mansiegona publiqué un artículo titulado Cuaderno de campo de agosto de 1934. Trataba de las Misiones Pedagógicas que en la comarca de Beteta se desarrollaron en ese verano. Y destacaba el papel de misionero del conquense Guillermo Fernández López Zuñiga[1].
Guillermo Fernández López Zuñiga (en adelante Guillermo Zúñiga, como él solía firmar) fue uno de los muchos personajes que Cuenca alumbró –o lució- en el primer tercio del siglo pasado. Cito alguno de ellos: Emilio Sánchez Vera, Rodolfo Llopis, Juan Jiménez Aguilar e Isidoro Pardo[2].
Resumen biográfico.
Guillermo Zúñiga nació en Cuenca el 27 de abril de 1909. No tuvo oportunidad de conocer a su padre, Guillermo Fernández López Zúñiga, médico de Montalvo que murió durante su gestación. Su madre, Vicenta López del Olmo, se casó en segundas nupcias con Juan Jiménez Aguilar, con quien el huérfano Guillermo se crió y educó. En 1931 se licenció en Ciencias Naturales en la Universidad Central de Madrid. Comenzó a impartir clases en el Instituto Escuela de Madrid, hoy Ramiro de Maeztu, y participó en el Patronato de Misiones Pedagógicas, Servicio de Cinematografía, hasta 1936.
Durante la Guerra Civil trabajó en la filmación de noticiarios cinematográficos para la República. Después, como tantos otros españoles, cruzó la frontera de Francia con la esperanza de una libertad que se transformó en campos de concentración. Zúñiga estuvo en los campos de Argelès, Bram y posiblemente también en Gurs.
Entre 1947 y 1956 vivió exiliado en Argentina, en donde desarrolló una importante producción cinematográfica. En 1956 regresó a España, donde continuó vinculado a la industria del cine, concretamente con la productora UNINCI, donde ocupó puestos directivos. Pocos años más tarde creó su propia empresa productora, Zúñiga Films, en donde realizó, además de otros trabajos, documentales biológicos que todavía hoy tienen un valor divulgativo muy importante.
En 1966 creó la Asociación Española de Cine e Imagen Científicos (ASECIC), asociación que cincuenta años después sigue investigando y divulgando su extraordinaria producción.
Guillermo Zúñiga murió con 95 años el 5 de enero de 2005. Dejó una importante obra cinematográfica como productor, guionista y director[3].
Su obra está razonablemente ponderada a nivel estatal, pero sorprende lo desconocido que es Zúñiga en Cuenca. Esta es la razón por la que hago esta presentación del personaje con tantas referencias en internet.
De toda ella quiero destacar su labor como director de reportajes sobre el comportamiento de la naturaleza, aspecto en el que fue precursor de otros divulgadores del mundo biológico como Félix Rodríguez de la Fuente. Recordemos que se había licenciado en Ciencias Naturales.
En sus documentales naturalistas incluyó imágenes de su Cuenca natal cada vez que el tema lo permitía. Y, además, en varios de ellos, contó con la colaboración de otro conquense ilustre: Federico Muelas.
Dejo al lector curioso un breve índice de algunos reportajes con sus correspondientes enlaces en YouTube:
La aventura de Api (1964)
Florinda y el viento (1965)
Un pequeño colonizador verde (1968)
4.- Encinares (1973)
El agua en la vida (1974)
Joaquín Esteban Cava
[1] Puede consultarse el texto en esta referencia:
[2] Este señor fue un maestro rural que entre 1920 y 1929 –año en el que murió- publicó interesantes artículos de opinión en la prensa conquense referidos fundamentalmente a temas de enseñanza. Para saber más de él puede consultarse el artículo que publiqué en el número 10, de 2015, de la revista Mansiegona: http://www.revistamansiegona.com/Articulos_indices/10/10_4Isidoro_Pardo.pdf
[3] Para un conocimiento más completo de su biografía y su obra cinematográfica sugiero consultar la página de la Asociación Española de Cine e Imagen Científicos (ASECIC):
Si (
No(
