En los años 30 del siglo XX, un partido político ideó una estrategia para llegar al poder: si ellos significaban el orden, primero habría que sembrar el desorden, tener una justificación era vital. Seguidamente el Reichstag salió ardiendo, acto del que culparon a los judíos y les facilitó ganar unas elecciones. Fue perfecto para los nazis, una excusa para suprimir derechos y alguien a quien culpar. La historia siempre se repite. Hoy no son nazis, pero vuelve a aparecer otra crisis mundial y la mentira como estrategia de gobierno. Lo que en la Alemania de los 30 fueron bolcheviques u judíos, hoy son: socialistas, izquierdistas, sindicatos, ecologistas, perroflautas…, y, en el papel del pueblo de Yhave, los funcionarios. Los primeros derrocharon todo lo ahorrado por el señor Aznar; y los segundos, con su absentismo, su gran salario, y su “cafelito”, impiden el resurgimiento del nuevo modelo productivo. Para los primeros el destierro, para los segundos las “cámaras de gas”: el paro y su reforma laboral.
Salvando las distancias, todavía Rajoy no viste bigote ni flequillo hacia una lado, las continuas medidas, recortes en los servicios públicos, en educación, sanidad y prestaciones sociales, amparadas en la coartada perfecta: crisis, prima de riesgo, déficit…van dibujando un panorama social que podemos definir como un gran golpe al Estado de Bienestar. Y cuando a estas medidas se unen otras: cierres de escuelas rurales, cierres de plantas en hospitales, pago en autovías, subir las tasas universitarias, bajar las becas, subir el IVA al trabajador, y bajar los impuestos a los empresarios, los que pagan, porque si no lo hacen, amnistía fiscal; estamos hablando realmente de un Golpe de Estado al Bienestar.
Los tiempos han cambiado, ya no son unos locos subidos a un tanque, ahora son ministros con cartera, democráticamente designados. Para aquellos, contra pólvora, pólvora y carne; para éstos y sus Decretos: INSUMISIÓN.
Por cierto, ¿no presidió el hoy ministro de economía, Luis de Guindos, el banco Lehman Brothers? Ese que dicen inició la crisis. Si tuviera más años apostaría a que De Guindos estuvo esa noche del 27 de febrero de 1933 en Berlín.
Santiago Langreo.
Secretariado del STE-CLM