De hecho, García-Page ha dicho ser “muy optimista” en relación a poder lograr dos grandes pactos con todos los agentes económicos y sociales para la creación de empleo y sobre los servicios públicos y la función pública de tal forma que “antes de final año, entre todos pongamos en marcha la agenda de la recuperación económica y social de Castilla-La Mancha”.
Page ha reiterado ante los máximos responsables de Comisiones Obreras algunos de los compromisos que ya ha hecho públicos y que serán parte esencial de esos dos grandes consensos para a comunidad autónoma.
El primero, un Plan de Choque para 60.000 desempleados, con prioridad para aquellos que ya no tienen ningún tipo de cobertura. El segundo, que el primer consejo de Gobierno monográfico tendrá como protagonista a la Plataforma de la Dependencia de Castilla-La Mancha.
“Es un buen principio”, decía Gil en relación a estas medidas. Y proseguía señalando que desde su sindicato tienen claro que para recuperar la economía, la sanidad, la educación y senda del consenso y del acuerdo que había distinguido a Castilla-La Mancha de otras regiones de España, “de las urnas de las elecciones autonómicas del próximo 24 de Mayo debe salir una mayoría claramente de izquierdas”.
En el mismo sentido, el líder de los socialistas de Castilla-La Mancha avanzaba sobre “un resultado muy claro, muy rotundo. No hay frentes contra Cospedal, lo que hay es una inmensa mayoría de gente enfrente de Cospedal, pero hasta militantes y votantes del PP”.
A preguntas de los medios de comunicación, Page se pronunciaba sobre el manifiesto a favor de la Dependencia que firman esta tarde todos los partidos políticos excepto el PP y sobre la supuesta intención del Gobierno regional de redactar un nuevo Decreto para la aplicación de la Ley tras ser declarada ilegal su Orden del año 2012 por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
“El trato que le ha dado el Gobierno de Cospedal a los dependientes ha sido inhumano, propio de un Gobierno desalmado. Y ahora, a 24 horas de las elecciones, como quien dice, quieren hacer un gesto. No tienen ninguna credibilidad en este asunto”, sostenía Emiliano García-Page.