Si no se corrige esta medida, los ayuntamientos, asfixiados ya porque muchos de ellos apenas han recibido nada de la Junta en más de año y medio, tendrán que decidir si cierran el servicio o trasladan a los padres el importe de las ayudas que ya no reciben.
Todo esto nos lleva a una situación muy complicada, porque los exiguos sueldos dan para poco más de sí y, como ya están denunciando muchos padres, no dispondrán de este servicio público que, hasta el momento, tenía un precio asumible para ellos.
¿Dónde queda el apoyo al empleo que ofertaba el Partido Popular en la campaña electoral?
Lamentablemente para todos asistimos a un desmantelamiento de los servicios públicos acometido al albur de la crisis, mientras se salvaguarda a las grandes fortunas o a los bancos.
Hay otras alternativas para estos momentos tan complicados, como plantean economistas y expertos, los mismos técnicos de Hacienda o el propio PSOE en esta región (que esta semana pide de nuevo en las Cortes de CLM la creación de un impuesto a los bancos, como en Extremadura, el incremento del IRPF para quienes ganen más de 80.000 € al año o el gravamen tributario a las empresas más contaminantes).
En vez de eso, se desmontan los derechos de todos mientras se lanzan mensajes confusos que desorientan a los ciudadanos, como el que la propia Presidenta argüía estos días en torno a cambiar el modelo con calidad y objetivo de excelencia para que la Educación Pública tenga a los mejores, porque en Castilla-La Mancha hay un fracaso escolar alto.
Es muy importante incidir en ello (y habrá que hacerlo tantas veces como sea necesario). Es cierto que la Educación Pública debe ser de calidad y en ello se ha de seguir avanzando, pero no sólo “tener” o “sacar” a los mejores. Ha de atender a todos -a los que van mejor y a los que les cuesta más, a los que tienen más recursos y a los que disponen de menos- y con los máximos criterios de calidad y justicia global.
La propia OCDE, que elabora el informe PISA, establece que para que un sistema educativo pueda considerarse de “calidad” deberá ser también equitativo (ofrecer recursos, apoyos y ayudas para atender todas las necesidades de todos los alumnos).
Por ello es fundamental no recortar recursos en la Educación Pública. Lo contrario no sólo tirará por tierra el importante esfuerzo que esta región había hecho desde que asumiera las competencias educativas en cuanto a mejoras en la atención y en la igualdad de oportunidades o acceso a la educación, sino que también nos hará perder los avances conseguidos y cuyos resultados ya empezaban a ver, por mucho que se presente de otra forma.
En todo caso, los países que mejor están aguantando la embestida de la crisis son aquellos que, en su día, apostaron por la extensión de la educación de calidad a todos sus ciudadanos. No podemos ahora permitir que se limite el derecho a la educación de nuestros niños y jóvenes, independientemente de los recursos que posean, porque de ellos depende, además, el futuro de todos nosotros.
Carmen Rodrigo Morillas.
Pvoz. Educación Grupo Parlamentario Socialista Cortes CLM