Fuentes del partido confirman a Las Cuatro Esquinas que se ha tanteado a varios pricenses pero que ninguno ha querido dar el paso, entre otros motivos porque temen que se repitan las tensiones internas que azuzaron al partido a lo largo de 2016, unas tensiones que dividieron completamente al PSOE.
En diciembre, los concejales socialistas participaron en un evento que se celebró en Uña (Cuenca) al que asistieron el presidente regional, Emiliano García Page, y la portavoz del PSOE en la Diputación de Cuenca, Carmen Torralba. A ella le pidieron que hiciera lo posible por encontrar a alguien que quisiera ser concejal en Priego, pero, según ha sabido este periódico, Torralba solo se habría mostrado dispuesta a buscar gente nueva y joven de cara a las elecciones municipales de 2019. Este periódico ha intentado en múltiples ocasiones contactar con el PSOE de Cuenca para contrastar esta versión pero los socialistas no han respondido a las cuestiones planteadas.
El 25% de los votantes socialistas no están representados
La noticia es importante por tres cuestiones. En primer lugar porque actualmente no tienen representación en el Ayuntamiento de Priego el 25% de los votantes socialistas. El PSOE fue apoyado por 228 pricenses en las elecciones de 2015, y ellos hicieron posible que el partido consiguiera cuatro “escaños” en el Consistorio. Por lo tanto, el concejal que falta representaría al 25% de los votantes socialistas, es decir, a 57 pricenses en total.
En segundo lugar porque el poder del Partido Socialista se concentra ahora en menos personas. Las decisiones y el criterio del partido dependen solo de Isabel Giménez (líder del grupo), Isidro Guerrero y Joaquín Canales, así que el concejal que falta podría ayudar a que el debate interno fuera mayor y más democrático; un punto de vista más siempre aporta ideas nuevas. Y de igual modo, la carga de trabajo estaría también más repartida.
Y también es importante la noticia porque la oposición podría estar dominando el Ayuntamiento con la mayoría absoluta de la que gozaría si el PSOE encontrase a su cuarto concejal. Recordemos que en enero de 2016 el PP perdió la mayoría porque uno de sus concejales, Nicolás Cano, abandonó el partido al estar en desacuerdo con las medidas de la alcaldesa, a la que acusó, entre otras cosas, de haber utilizado dinero público para gastos privados. Así las cosas, la Alcaldía pasó de cinco a cuatro concejales, y la oposición subió de cuatro a cinco ediles con la incorporación de Nicolás al Grupo Mixto. En aquel preciso momento en el que Nicolás Cano se dio de baja apoyó una moción del PSOE para eliminar la Junta de Gobierno Local, que es un órgano que permite a la Alcaldía tomar algunas decisiones sin necesidad de que sean votadas por el Pleno. Con ello, la oposición ganaba poder. Sin embargo, tres meses después, la Alcaldía aprovechó la ausencia de Nicolás en un Pleno para recuperar la Junta de Gobierno. Los cuatro concejales socialistas votaron en contra y los cuatro del PP a favor, y como en situaciones de empate el voto de la alcaldesa vale por dos, Azucena Redruello consiguió recuperar parte del poder que había perdido.
En cambio, la oposición, unida completamente, podría haber eliminado de nuevo la Junta de Gobierno en el siguiente Pleno, pero no fue así porque desde entonces apenas han coincidido los cinco concejales de la oposición en las sesiones que se han celebrado. Y tampoco porque según ha reconocido a este periódico el propio Nicolás Cano, la líder del PSOE, Isabel Giménez, no está por la labor de llegar a acuerdos con él.
Así empezaron los problemas del PSOE
Dos de los concejales socialistas que dimitieron en 2016 han explicado a Las Cuatro Esquinas cómo y cuándo se se torció la buena sintonía del partido. Según Valentín Argandoña, fue en marzo del año pasado, cuando él pidió a la secretaria del Ayuntamiento el contrato de la piscina. Lo hizo sin habérselo consultado a la líder del PSOE, consciente de que como concejal podía solicitar tanta información como quisiera. Pero a Isabel no le hizo ninguna gracia que él fuera por libre. Según Valentín, Isabel le dijo que en adelante no confiaría en él y que no le iba a facilitar la información que ella consiguiera. Presente en aquella discusión estuvo otro concejal, Gabriel Galán, que reconoce a este periódico que los hechos sucedieron así. Gabriel también apoyaba que los concejales tuvieran libertad. Isabel Giménez ha rechazado siempre contestar a las preguntas de Las Cuatro Esquinas.
Esto sucedió en marzo de 2016. Un mes después, en el Pleno de abril, la concejal socialista María del Carmen López presentó su dimisión. Ella siempre ha defendido que lo hizo por cuestiones privadas y nunca lo ha relacionado con las tensiones del partido. Estaba llamado a sustituirle Joaquín Canales, que aceptó el cargo y tomó posesión en el Pleno de julio. Pero en esta sesión se produjo una nueva dimisión, la de Gabriel Galán, que sí relacionó su marcha con sus discrepancias con la actitud de la líder del PSOE. Le sustituyó en el cargo Isidro Guerrero, que entró como concejal en agosto.
Y en septiembre abandonó el PSOE Valentín Argandoña, que dimitió no por sus tensiones con Isabel sino porque el Ayuntamiento iba a contratar a su mujer para el servicio de limpieza y era incompatible con que él siguiera en el cargo, tal y como explicó en una entrevista. Le tendría que haber sustituido Elba Taravilla, pero rechazó el cargo por “motivos personales”, según reconoció a Las Cuatro Esquinas. Tampoco quiso recoger su acta de concejal Isidoro Mialdea, en su caso porque vive en Alcalá de Henares y dijo que le sería imposible asistir a los Plenos. Y el último suplente que tenía el PSOE, Jesús Escamilla (décimo en la lista y alcalde entre 2011 y 2015), también evitó esta responsabilidad porque, según dijo, había trabajado ya muchos años para el Ayuntamiento.
Al haberse acabado la lista, al PSOE ya solo le quedaba una opción: recurrir al artículo 182 de la Ley Electoral, según el cual podría elegir como nuevo concejal a “cualquier ciudadano mayor de edad que no esté incurso en causa de inelegibilidad”. Desde octubre llevan los socialistas buscando a algún pricense que quiera aceptar el cargo, pero, de momento, a nadie han encontrado.
Gabriel Arias
LAS CUATRO ESQUINAS