Según han explicado, la ley establece que es necesario que transcurra un plazo de tres meses desde esta aprobación inicial, de manera que el Protectorado de Fundaciones pueda pronunciarse sobre la modificación de los estatutos si lo estima oportuno, pero que, en cualquier caso, para que los nuevos estatutos entren en vigor deberá transcurrir ese plazo de tres meses, en los que el silencio administrativo del Protectorado supondría su aprobación definitiva. Se entiende, por tanto, que los estatutos que están ahora mismo en vigor son los originarios, lo que impediría tomar posesión a la concejal socialista.
Según el PP, este plazo previsto se ha incumplido por los deseos del alcalde Ávila de liberar a una nueva concejal a través de la Fundación de Cultura. Según el PP, con este nombramiento se está cometiendo una irregularidad que van a poner en conocimiento de los servicios jurídicos reservándose la posibilidad de emprender acciones en este sentido.
El Grupo Popular cree que según su currículo, la concejal de Cultura no reúne los requisitos mínimos de capacitación para dirigir esta Fundación, y que el motivo de su nombramiento reside únicamente en la necesidad de que exista un nuevo concejal que cobre del erario público. Desde el PP consideran que con esta decisión se está politizando la gestión del Auditorio Municipal, con un grave perjuicio para la cultura de nuestra capital. Creen que la dirección de esta infraestructura debería recaer en un técnico que acredite en su currículo la formación adecuada y suficiente, que garantice la mejor gestión cultural para nuestra ciudad.
Además, consideran que se dará una situación paradójica, ya que como Directora de la Fundación deberá dar cuenta de su gestión a todos los miembros del Patronato, entre los que se encuentra ella misma como concejal de Cultura, por lo que sería juez y parte, algo a todas luces irregular.
Desde el PP muestran su preocupación porque se esté cometiendo una ilegalidad y se esté dejando la Fundación en manos de una persona que no está preparada para dirigir esta institución, con el único afán de que pueda cobrar un nuevo concejal del Ayuntamiento.