El Partido Castellano (PCAS) considera una de cacicada antidemocrática y un ejemplo palmario de nepotismo absoluto la intención del PP de CLM, con la Presidenta Cospedal a la cabeza, de modificar el artículo 10 del Estatuto de Autonomía y la Ley Electoral para reducir a la mitad el número de representantes provinciales electos en las Cortes regionales con la excusa del ahorro y la austeridad – cuando hace cinco meses que los mismos ya no cobran sueldo-, además de haber aprobado hace escasamente un año una ampliación del número de Diputados en cuatro más, hasta los 53. Si no se cobra, ¿en qué se ahorra?, ¿por qué hace un años era necesario ampliar el número de diputados y ahora lo es reducirlo?, ¿el Gobierno de CLM sólo sabe hacer cambios en función de sus intereses electorales?, ¿es democrático cerrar la puerta a cualquier partido minoritario en las Cortes como pretende esta reforma?, ¿tanto miedo tiene el PP a que los ciudadanos decidan dar entrada en las Cortes a un partido que rompa el bipartidismo y les controle “desde dentro”?
Todas estas preguntas nos llevan a la conclusión de que la intención de dicha medida es más turbia y tiene por objetivo, a juicio de los castellanistas, menguar la actividad fiscalizadora de la futura oposición, reducir al máximo posible la probabilidad de entrada en el parlamento regional de nuevos partidos políticos mucho más críticos y dinámicos que están canalizando el creciente descontento con los partidos clásicos (tal y como confirman las encuestas), consagrar el bipartidismo pese a su descrédito y acabar con la creciente pluralidad política fruto de la mayor complejidad y exigencia social, elevar en la práctica el listón de entrada para así laminar la naciente y deseable diversidad política y dificultar el acceso a nuevas formaciones políticas claramente en auge. Las Cortes deben reflejar fielmente a la sociedad, no solo a uno o dos grupos de presión que ejercen un duopolio político. No tenerlo en cuenta conduce al hartazgo social, al alejamiento del ciudadano de la cosa pública y al cuestionamiento de la propia democracia.
Resulta un contrasentido criticar los mangoneos legislativos pasados del PSOE en beneficio propio –como aún hoy día sigue haciendo el PP de CLM- al tiempo que se anuncia que se va a hacer lo mismo en la actualidad, y que, una vez más, se hará en solitario, sin ningún tipo de acuerdo con el resto de partido políticos presentes en la Comunidad; pero lo peor es justificarlo diciendo que es ‘para satisfacer una demanda ciudadana’ cuando es palmario que las demandas ciudadanas reales pasan por cosas que no se contemplan en la proposición anunciada, como listas abiertas para elegir no solo papeleta sino a candidatos, apertura de los partidos con procesos de primarias obligatorios, eliminación del listón del 5% para ser representante, y eliminación de avales previos a partidos de nuevo cuño para poder presentarse a las elecciones, como ocurre actualmente en la legislación electoral nacional y, sin duda, una mayor transparencia de los partidos mayoritarios. Todas estas cosas, entre otras muchas, si son un clamor ciudadano que ni PP ni PSOE contemplan porque tienen secuestrada la democracia y temen la competencia sana de ciudadanos organizados en partidos emergentes.
El Partido Castellano recuerda al PP y al Gobierno de Castilla-La Mancha que su intención de silenciar a las minorías en esta Comunidad es antidemocrático y, antes o después, terminará por volverse contra ellos.