La puesta en práctica de esta nueva técnica ha sido posible gracias a la formación que ha recibido una de las facultativos del Servicio de Oftalmología del Virgen de la Luz, la doctora María Rojo, que en el año 2009 estudió la Subespecialidad de Cirugía de Glaucoma en Ciudad de México y también por la colaboración recibida por parte de todos los integrantes del Servicio de Oftalmología.
El glaucoma, que constituye la segunda causa de ceguera en el mundo, es una neuropatía óptica en la que el aumento de la presión intraocular por la disminución de la salida del humor acuoso suele ser el factor más importante a considerar. El objetivo es lograr bajar la tensión del ojo para frenar el daño irreversible del nervio óptico y si con fármacos no se logra, es necesario recurrir a la intervención quirúrgica.
Para el abordaje de este tipo de patologías, la cirugía habitual suele ser la trabeculectomía y la escleroctomía profunda no penetrante que se realiza en el Hospital de Cuenca desde el año 2010. El mayor inconveniente de ambas cirugías es que la nueva vía de salida del humor acuoso tiende a cicatrizar y a cerrarse por lo que es necesario realizar un seguimiento continuo al paciente y administrar tratamiento farmacológico.
Sin embargo, en los últimos años, la canaloplastia ha supuesto un importante refinamiento técnico de las cirugías filtrantes no perforantes. Se ha conseguido llegar a la zona de filtración circunferencial del canal de Schelemm, introducir una sonda por el canal y anudar un hilo milimétrico (prolene), que permite que vuelva a abrirse esa vía de drenaje natural del ojo, lo que incide en la mejora de la salida del humor acuoso y en la reducción de la presión ocular. Por lo tanto, se cambia el concepto de la trabeculectomía y la EPNP, al restituir al completo la vía de drenaje fisiológica del ojo.
Esta técnica, que fue desarrollada por primera vez por el profesor del Departamento de Oftalmología del Hospital Universitario de Basilea (Suiza), Matthias Grieshaber y que la doctora Rojo, con el asesoramiento del doctor Javier González Rodríguez, oftalmólogo de la clínica IGlaukom de Vigo, lleva practicando los últimos ocho meses en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, ha permitido ya la intervención de diez pacientes cuya evolución ha sido muy positiva.
La ventaja de la canaloplastia sobre el resto de intervenciones quirúrgicas de glaucoma es que el cuidado postoperatorio es más sencillo, que disminuye las complicaciones y que se logra una rápida recuperación visual. Además, no se precisan tantas revisiones periódicas del paciente y se administran menos fármacos.