Fernández Sanz ha explicado que cada vez más las nuevas tecnologías “se configuran como un elemento importante de cambio en los distintos niveles, tanto en la relación de los ciudadanos con los servicios sanitarios, como en el propio trabajo y apoyo a los profesionales y también en nuevas formas de prestación asistencial con trabajos en red, telemedicina y cooperación interinstitucional”.
Así ha analizado que en el momento actual el sistema de historias clínicas está implantado en el cien por cien de los centros sanitarios, con un alto volumen de información, pero con registros poco homogéneos, con sistemas electrónicos antiguos, que tienen casi 20 años de antigüedad y bajo un modelo sanitario anticuado, donde prima actuar bajo demanda y no sobre la prevención.
Ahora, añadió Fernández Sanz, hay que estar atento a la aparición de nuevas tecnologías, como el big data y el Internet de las cosas, donde los gestores sanitario debemos transmitir la importancia y la necesidad de integrar los procesos, disminuyendo la variabilidad clínica, evaluando nuestras actuaciones por los resultados y a la vez reforzando el papel de los ciudadanos.
Las tendencias en el entorno son la aparición de dispositivos que aportan diagnósticos y proponen tratamientos y la aparición de nuevos canales de comunicación con los pacientes.
Fernández Sanz ha enumerado las actuaciones que en este campo se están desarrollando en Castilla-La Mancha las claves de acción para la gestión basada en las Tecnologías de la información, donde destacan el desarrollo de la Administración electrónica y las nuevas funcionalidades para ciudadanos y pacientes.
Asimismo, la puesta en producción de sistemas de información para la ayuda a la decisión clínica, que permitan a los profesionales adaptar sus decisiones a la mejor evidencia disponible y a las prácticas asistenciales recomendadas.