El anuncio en Barcelona del Ministro de Fomento, D. José Blanco, del proyecto de construcción del denominado "Corredor Mediterráneo ferroviario", infraestructura muy demandada desde hace años por las comunidades valenciana, murciana y andaluza, significa, desde mi modesto punto de vista, la puntilla definitiva para las esperanzas de Cuenca referentes al mantenimiento y mejora de la línea de tren convencional Madrid-Cuenca-Valencia.
Todos sabemos que esta línea está condenada a desaparecer si no se efectúan en ella las inversiones adecuadas para permitir un uso mixto para transporte de viajeros y mercancías. Como podemos en la información en los medios de comunicación en ese proyecto no se contempla para nada el ferrocarril convencional por Cuenca, sino que, como siempre, se vuelve a recurrir al trazado convencional por Albacete.
Esto ya se podía suponer desde hace tiempo, y la última y más clara señal al respecto la dio el propio ministro el día 14 al anunciar en Albacete la creación de una plataforma logística ferroviaria intermodal que va a convertir esta ciudad en el principal centro de referencia logística de todo el transporte de mercancías entre el Mediterráneo y el resto de la península Ibérica (incluido Portugal). La discriminación se repite de forma permanente con respecto a Cuenca y su provincia.
Da igual que los gobiernos sean dictatoriales (régimen de Franco) como democráticos; y dentro de estos últimos da igual el partido que Gobierne (UCD, PSOE o PP). Salvo la rara excepción del AVE, consguido gracias a la lucha tenaz y el tesón de los conquenses liderados por la Plataforma por Cuenca, siempre hemos sido discriminados. Es una constante histórica. En esta ocasión, como no podía ser menos, el entrañable "Pepiño" nos vuelve a dejar en la estacada en beneficio de Albacete. Albacete con cada vez más infraestructuras, más inversión y más puesto de trabajo.
Cuenca nuevamente olvidada y marginada. Recordemos al respecto que Albacete disfruta desde hace años de conexión por autovía con Madrid, Valencia, Toledo, Alicante, Murcia y Jaén. Es decir, que, aparte de con la capital de España, está conectada con todas la capitales de provincia limítrofes (excepto Cuenca ¡qué casualidad!). También disfruta de una vía desdoblada y electrificada convencional desde 1980 que une Madrid con Valencia y Alicante (que consiguió en detrimento de Cuenca) aparte de la línea de Alta Velocidad que la ha conseguido al mismo tiempo que Cuenca el pasado diciembre.
Ahora se une el proyecto del tráfico del 40% de las mercancías que en 2020 (Blanco dixit) circularán por ferrocarril por toda España más la plataforma logística y el Centro de Control y seguimiento del AVE Madrid-Levante que ya ostenta desde el 20 de diciembre pasado. ¿Y qué pasa con Cuenca? que sigue siendo invisible para el Ministerio de Fomento.
Debe ser que nos consideran una reserva de caza para venir a aliviarse el estrés desde Madrid los fines de semana. Además, me temo que, aunque cambie el signo político de los gobiernos regional y central en las próximas elecciones, la cosa seguirá siendo más o menos igual.
Mi pronóstico, y que conste que no me alegro en absoluto por ello, es que, tras las elecciones generales del 2012, la primera medida que tomará el siguiente ministro de Fomento será la supresión de la línea convencional Madrid-Cuenca-Valencia. Ahí estarán las hemerotecas para comprobarlo.
Constancio Aguirre Pérez
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No(
