Al mismo tiempo desde el colectivo republicano de Cuenca exigen de la máxima autoridad administrativa del Estado en la provincia, el subdelegado de Gobierno, Sr. Julio Magdalena, que haga cumplir, tal y como hace con otras normativas, la legislación vigente en para que cumplan la legislación vigente en materia de memoria histórica, concretamente a la Ley 57/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, conocida popularmente como Ley de la Memoria.
Recuerdan desde la Asociación republicana que así se lo transmitieron a través de un escrito registrado en el pasado mes de marzo en el que le instaban, dentro de sus competencias, a hacer cumplir esta ley. “Una misiva, comenta el portavoz del colectivo republicano, Ángel Luis Castellano, que no ha tenido respuesta alguna”. “Parece que estos temas son incómodos para algunos dirigentes y en algunas provincias como la de Cuenca. No se puede estar mirando para otro lado cuando se conoce la realidad, y la realidad es que el artículo 15 de la ley de memoria histórica no se cumple ni el subdelegado hace nada porque se cumpla, y así seguimos teniendo callejeros, referencias en las fachadas de las iglesias, plazas, etc. en muchos de los pueblos de la provincia y en edificios públicos y privados de la capital con recuerdos y exaltaciones a los golpistas del 18 de julio que tras su victoria bélica impusieron al pueblo español una cruenta dictadura de casi cuarenta años”, declaró Castellano.
“Y con esta situación nos encontramos con la decisión del Alcalde de Mota que nos retrotrae a la sentencia del Contencioso en el Juzgado provincial que dictaminaba la reposición y mantenimiento de elementos arquitectónicos eliminándoles símbolos y frases alusivas al régimen franquista y a sus apoyos políticos. Una sentencia que tampoco entendimos pues seguimos pensando que no cumplía con la vigente ley 57/2007 y que además consideramos, como se ha podido demostrar por expertos e historiadores, que esas cruces cristianas con los nombres de los “caídos” y los símbolos “franquistas” es un todo”, añadió el portavoz republicano.
Desde el colectivo republicano insisten en que se ha podido constatar fácilmente que el “culto a los caídos” era un elemento simbólico esencial en la constitución del Nuevo Estado franquista, encaminado a su afianzamiento ideológico a través de la propaganda de masas. La creación de ese nuevo espacio simbólico e iconográfico tuvo tres ejes más o menos definidos: acabar con la memoria de la República en aquellas zonas que habían quedado bajo el control de los militares rebeldes, servir de instrumento de propaganda y legitimar a las nuevas autoridades.
Por último dijeron compartir en la Asociación republicana de Cuenca la propuesta del catedrático de Historia Contemporánea, Julián Casanova, de la creación de un “Museo-Archivo de la Memoria” a través del cual las generaciones futuras puedan conocer nuestro pasado más reciente, “aunque para algunos es incómodo que se pueda documentar o conocer hechos y personas que se han ocultado por la historia de los vencedores”, señalaron y añadieron que “hay que transmitir una educación democrática que impida que las nuevas generaciones de estudiantes reciban todavía el legado ideológico de la dictadura. Es un legado pesado, dominante durante mucho tiempo, e imposible de olvidar”.