El Ciudad Encantada por su parte sufría en defensa- mediada la primera mitad Lidio Jiménez tuvo que cambiar la portería buscando mayor aportación- pero en ataque funcionaba bien del brazo de su lateral Ponciano, la incógnita que los vascos no acertaron a resolver.
Bidasoa rompió el partido en los últimos diez minutos de la primera mitad, su portería rayaba a un alto nivel y en ataque encontraba soluciones tanto en primera línea como en el pivote con Iker Serrano, desarbolando el rocoso 6-0 del equipo revelación de la liga.
Los conquenses se engancharon al encuentro en el inicio del segundo tiempo, en el que Bidasoa volvió a evidenciar su gran irregularidad que ha sido su seña de identidad esta temporada, y en un abrir y cerrar de ojos redujeron a 2 goles (18-16) la diferencia y obligaron a Jacobo Cuétara a pedir tiempo muerto.
No sirvió de mucho porque Cuenca estaba ya en racha, le salia todo y, aprovechando la segunda exclusión de Kauldi, empataba el encuentro (20-20) empezando un partido nuevo con 23 minutos por disputarse y se ponía por delante en el minuto 45 (23-24).
La igualdad fue total en los últimos minutos en el que el equipo que más y mejor defendiera se llevaría el triunfo, Ciudad Encantada lo hizo con el 33-34 a falta de quince segundos y evitó el último intento de Nonó para haber establecido el empate.
Ficha
33.- Bidasoa- Irun: Pedjanovic, Crowley (4, 2 de pen.), Nonó (6), Azkue (1), Borragán (1), Serrano (2), Kauldi (12), Borragán (2), Beltza, Vázquez, Basaric (1), Popovic, Cavero (1), Zubiria, Lancina (3).
34.- Liberbank Ciudad Encantada: Leonardo, Perovic (4), Doldán (6), Vainstein (6, 3 de pen.), Thiago Alves Ponciano (9), Nolasco (2), Sergio López (6), Canygueral, Mendoza, Hugo López, Vidal (1), Rafa López, Nicolas López.
Árbitros: Peñaranda y Yagüe. Excluyeron a Kauldi (2), Borragán, Beltza, Mendoza, Vidal y Nolasco.
Marcadores cada cinco minutos: 4-3; 7-6; 10-9; 12-10; 15-10; - descanso- 19-17; 21-21; 23-24; 26-28; 30-30; 33-34.
Incidencias: 1.590 espectadores en el pabellón Artaleku de Irun. El local Iago Muiña no se vistió de corto por estar lesionado y vio el encuentro desde la grada. EFE