AECCAM se muestra extraordinariamente preocupada por la situación del camping en la provincia de Cuenca. Recordamos que hace unos años se cerró el camping La Moraleja (estaba ubicado en la localidad de Mariana), y el año pasado cesó su actividad el camping El Pinar de Jábaga. Ahora, con el posible cierre del Camping Caravaning Cuenca, el entorno de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad queda “huérfana” en oferta de campings, lo que, sin duda, repercutirá también en el turismo de la provincia.
Desde la apertura de sus instalaciones hace dos décadas, el Camping Caravaning Cuenca ha invertido gran cantidad de recursos económicos y humanos para situarse entre los campings más importantes de la región y de la Península, como reconocen las principales guías de camping a nivel nacional y europeo (ANWB, ADAC, ACSI, Peldaño…). Como ejemplo, el club de automovilistas más importantes de Holanda (ANWB) lo ha situado en el puesto 37 entre 1.000 campings españoles, con el prestigio que esto supone para la ciudad. El camping, que cuenta con parcelas, bungalows de madera y todo tipo de servicios para el campista) genera una extraordinaria fuente de ingresos para el municipio conquense, y emplea a 25 trabajadores que, si se confirma el cierre de sus instalaciones, engrosarían las ya nutridas listas del paro.
AECCAM hace un llamamiento a las autoridades locales, regionales y nacionales para que procedan a la regulación de la actividad autocaravanista que, como cualquier otra iniciativa turística, debe realizarse bajo los parámetros de seguridad, respeto medioambiental y buen uso, tal como se exige a los establecimiento turísticos. El turismo descontrolado de autocaravanas por las calles de Cuenca y de municipios cercanos, no genera riqueza a estas poblaciones, sino que puede generar problemas en el medio ambiente y en la seguridad, además de fomentar la acampada ilegal y los asentamientos marginales.