El portavoz del Equipo de Gobierno y primer teniente de Alcalde, Darío Dolz, ha informado que el Ayuntamiento de Cuenca ya ha recurrido la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de Cuenca que considera nula la paralización de dos procesos selectivos de personal.
Dolz ha explicado que la convocatoria de estas dos plazas “no se acompañó del informe económico preceptivo, por lo que no tienen respaldo económico”.
Ha insistido en que, “en la actual situación económica del Ayuntamiento, cuando nos estamos enfrentando a cortes de luz en las instalaciones municipales, tenemos que velar porque los gastos en materia de personal no se disparen como en la anterior legislatura, pues en cuatro años estos costes se incrementaron en 4 millones de euros, un millón de euros al año”.
Ha asegurado además que el puesto de vigilante de cotos “es innecesario pues las competencias en materia de montes son de la Junta de Comunidades”. “Manda narices que, con la que está cayendo, se pretenda que nos dotemos de un vigilante de cotos que no necesitamos”, ha aseverado Dolz.
Respecto al nombramiento de un nuevo jefe de Servicio de Medio Ambiente y un jefe de Servicio de Licencias, lo primero que ha querido aclarar Dolz es que “ninguno de ellos costará ni un euro más al Ayuntamiento”.
Ha explicado además que se trata de dos personas con la formación y la experiencia necesarias para desempeñar estos puestos que venían desarrollando su actividad como funcionarios de la Junta de Comunidades y que han solicitado su incorporación del Ayuntamiento en Comisión de Servicios, por lo que es un proceso “absolutamente legal”.
Finalmente, ha explicado que estas dos nuevos incorporaciones se han producido para cubrir algunas de las bajas que se han producido después de que jefes de Servicios que llevaban en el Ayuntamiento desde 2007, cuando empezó a gobernar el PP, hayan solicitado incorporarse ahora a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. De ahí que haya pedido al portavoz del Grupo Municipal Popular, Pedro José García Hidalgo, “que exija en su casa la misma moralidad que exige a los demás”.